Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 281

268 D ESAPARICIONES, TORTURAS Y EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES EN LA BASE MILITAR DE L OS C ABITOS (1983-1985) Ante el incremento de la actividad del PCP-SL en el departamento de Ayacucho, el 31 de diciembre de 1982 el gobierno decidió la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la subversión. Con tal objetivo, nombró al general EP Roberto Clemente Noel Moral como Jefe Político-Militar de la zona de emergen- cia que comprendía las provincias de Huamanga, Huanta, La Mar, Cangallo y Víctor Fajardo. Entre los años 1983 y 1985 los jefes político-militares fueron: el ya mencionado general EP Roberto Noel Moral, el general EP Adrián Huamán Cen- teno y el entonces Coronel EP Wilfredo Mori Orzo. Estos oficiales, así como el batallón bajo su mando se instalaron en el Cuartel 51, Los Cabitos, en Huamanga, donde tuvieron su centro de operaciones. Las denuncias sobre violaciones de derechos humanos se incrementaron des- de que el Ejército asumió el control de la zona. La CVR ha constatado 138 casos de personas que fueron secuestradas, torturadas o asesinadas por las fuerzas del orden entre 1983 y 1984 en la provincia de Huamanga. En todos ellos, se puede apreciar la existencia de un patrón de conducta por parte del personal militar y policial, caracterizado por seguir las siguientes fases: detención arbitraria, con- ducción a una instalación militar, tortura, liberación selectiva, ejecución extrajudicial y desaparición. En el caso de las detenciones arbitrarias, los agentes no se identificaban al momento de realizar las intervenciones y, posteriormente, negaban haberlas per- petrado. Para realizar las detenciones, se emplearon tres modalidades: el rastrillaje, las redadas y las detenciones selectivas. Los captores actuaban sin orden judicial, sin participación del Ministerio Públi- co ni otra autorización que evidenciara un procedimiento regular de detención. Según versión de algunos oficiales que actuaron en aquella época, los lugares don- de estas personas permanecían irregularmente detenidas fueron el Cuartel 51, Los Cabitos, y, excepcionalmente, el inmueble conocido como la «Casa Rosada». Este último habría servido como centro de operaciones del área de inteligencia Las torturas solían producirse cuando los detenidos eran interrogados, tanto en la «Casa Rosada» como en el Cuartel 51, Los Cabitos. Los detenidos que se encontraban con los ojos vendados, solían ser forzados a desnudarse y con las manos amarradas hacia atrás eran sometidos a diversos tipos de tortura median- te los cuales eran obligados a proporcionar información. Respecto de las libertades selectivas, en algunos casos, los detenidos recobra- ban su libertad sin mediar explicaciones. Algunos eran conducidos a alguna calle; otros, en cambio, eran puestos a disposición de la PIP. Antes de ello, eran amena- zados para que no denunciaran los hechos y se les decía que iban a ser seguidos y vigilados. Generalmente, las personas eran liberadas cuando las investigaciones descartaban cualquier grado de relación con la subversión. Con relación a las desapariciones, los perpetradores negaban la detención ante los familiares y el Ministerio Público. En ciertos casos, el detenido era trasladado de un centro de detención a otro para impedir su ubicación.