Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 241
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problema militar, era la verdad, si los militares pueden solucionar esto, la Policía,
la DINCOTE que lo hagan, nosotros no sabemos [...]». 47
A pesar de las carencias estratégicas señaladas, el descenso del número de
víctimas durante el primer año de gobierno aprista dio la impresión de que esta-
ba ocurriendo un cambio mayor, a lo cual se sumó el anuncio de la tregua unilate-
ral dada al gobierno por el MRTA. En ese período también se registró una reduc-
ción del número de atentados. A pesar de ello, las acciones subversivas fueron
expandiéndose más allá del escenario ayacuchano para afectar a nuevas zonas
del territorio nacional. Así por ejemplo, en mayo de 1985, poco después del triun-
fo electoral del PAP, fue asesinado el diputado electo por Pasco, y alcalde aprista
en ejercicio, Luis Aguilar Cajahuamán. Su muerte marcó el inicio de una campaña
senderista de asesinatos de diputados, gobernadores, alcaldes y concejales del
PAP en todo el país, que duraría varios años. En la práctica, el PCP-SL declaraba
la guerra al gobierno aprista y respondía con muertes a la posibilidad de un diá-
logo para obtener la paz. 48
Los cambios en el Ministerio del Interior y las Fuerzas Policiales
Como se ha señalado ya, cuando se desencadenó la «guerra popular» del PCP-SL,
el gobierno de entonces se topó, entre varias dificultades, con los problemas que
ofrecía la organización policial. Ésta no solamente empezaba a sufrir la penetra-
ción corruptora del narcotráfico; además, dividida en tres ramas —la Guardia Ci-
vil, la Guardia Republicana y la Policía de Investigaciones del Perú— se debatía en
medio de una serie de conflictos internos que llegaban a ser paralizantes.
En vista de ello, el gobierno de García Pérez anunció, como se ha dicho, una
reorganización de la policía. Al aprobarse la norma correspondiente —ley de
reorganización de las Fuerzas Policiales— se puso en marcha una Comisión pre-
sidida por el ministro del Interior, Abel Salinas, que entre otras medidas dispuso
la destitución y el pase al retiro de un gran número de oficiales y subalternos de la
policía. Junto con oficiales de cuestionado comportamiento durante su carrera,
también fueron dados de baja otros muy calificados y de conducta intachable. Al
año siguiente se realizó el equipamiento operativo a todo nivel, incluyendo, vehí-
culos, armamento, recursos informáticos, etcétera que mejoraron, también, la
capacidad operativa del combate estatal contra la subversión armada.
Las alternativas frente a las violaciones de los derechos humanos
Muy pronto para el nuevo gobierno, en la segunda semana de septiembre de
1985, se denunció el hallazgo de fosas clandestinas relacionadas con matanzas
realizadas semanas antes por patrullas del Ejército en las localidades de Pucayacu
y Accomarca, con un saldo de 7 y 69 personas muertas, respectivamente. El go-
bierno inició inmediatamente una investigación y dispuso que los jefes de la II
región militar y del comando político-militar de la zona de emergencia informa-
ran sobre lo ocurrido. Al constatarse que se habían producido las matanzas, se
solicitó la renuncia del Presidente del Comando Conjunto y, luego, se destituyó a
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CVR. Entrevista a Alan García. 7 de mayo de 2003.
Declaración de guerra de Sendero». Caretas, 13 de mayo de 1985, p. 16.