Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 238

39 Desco. Resumen Semanal, 26 de agosto-1 de septiembre de 1983, n. o 231, p. 2. 225 Los años del gobierno de AP fueron, también, los años del ascenso de Alan García Pérez como líder del Partido Aprista Peruano. El entonces diputado García Pérez fue elegido secretario general del PAP a fines de 1982, precisamente cuan- do se decretaba el ingreso de las Fuerzas Armadas a la lucha contrasubversiva en Ayacucho. En agosto de 1983, Alan García visitó Huamanga para obtener conoci- miento directo de la situación de la región, donde recibió numerosos testimonios de los atropellos de las fuerzas del orden. Hizo una denuncia pública de los he- chos y exigió al gobierno que rectificara su política en la zona: «[...] el gobierno no puede confundir sanción y castigo con represión generalizada [...] en nombre de la ley no podemos convertir en sospechosos a todos los ayacuchanos». 39 Para Alan García, el PCP-SL practicaba un terrorismo injustificable. Sin em- bargo, buscaba «razones histórico sociales, psicológicas y regionales» que permi- tieran explicarlo. Se trataba de un fenómeno que afectaba lugares donde «[...] el sistema político y los partidos no han llegado y donde sí llegó Sendero Lumino- so, donde Sendero se presentó como una alternativa y donde no hay nadie que les diga a esos peruanos que ésa es una alternativa ciega, equivocada y peligrosa para el país», un asunto marginal de la sociedad peruana, donde la violencia ha logrado incluso independizarse de sus causas, «[...] se ideologiza y se convierte en algo autónomo» (Gonzales 1983b). Según García, la subversión contaba con «[...] componentes ideológicos, un grupo directriz que son los agentes medulares del terrorismo; tiene además un contorno de militantes a presión por su medio social o por coacción directa». Estaba claro que «[...] lo que sucede en Ayacucho no es un problema de frente de batalla, es de inteligencia y de desarrollo», y se trataba entonces de aplicar accio- nes que permitieran «[...] desarticular esa médula con servicios de inteligencia bien capacitados» (Gonzales 1983b). «La violencia es una onda de larga dura- ción» añadió, sugiriendo que una perspectiva de combate de largo plazo debía contemplarse al lado de una estrategia de gobierno. Frente a la violencia «[...] hay que crear aparatos de inteligencia adecuados, sistemas penitenciarios que permi- tan que quienes vayan a ellos se rehabiliten y, lo principal, dar cuerpo a un gran proyecto histórico nacional que permita comprometer a todo el país con la no violencia» (Gonzales 1983b). En los últimos años del gobierno de Acción Popular, el PAP mantuvo su acti- tud crítica frente a las violaciones de los derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas, pero sin la virulencia que había empleado inicialmente contra el primer Jefe Político-Militar de Ayacucho, general Roberto Clemente Noel. Así, por ejemplo, algunos voceros apristas defendieron al sucesor de Noel, el general Adrián Huamán Centeno, cuando fue destituido por el gobierno de AP según se ha mencionado líneas arriba.