Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 237

224 Frente a esta nueva situación, el partido de gobierno cerró filas y se distanció cada vez más del resto de fuerzas políticas y de la posibilidad de establecer algu- na alianza que le garantizara mayor apoyo político. Esto fue particularmente notorio en el Congreso de la República, donde los parlamentarios del PAP apoya- ron medidas de alto costo político para desvirtuar investigaciones de graves violaciones de derechos humanos, como la masacre de Cayara, o la actuación de grupos paramilitares en la lucha contrasubversiva. L A OPOSICIÓN DEL P ARTIDO A PRISTA P ERUANO AL GOBIERNO DE A CCIÓN P OPULAR El PAP frente al inicio del conflicto armado interno El comienzo de la «guerra popular» del PCP-SL coincidió con el inicio de la reor- ganización del PAP y su reubicación como fuerza opositora al gobierno de Ac- ción Popular. Durante la transición política iniciada en 1978 con la Asamblea Cons- tituyente, el PAP fue la primera fuerza política del país y uno de los factores de estabilidad del proceso político de esos años. Tras la muerte de Víctor Raúl Haya de la Torre en agosto de 1979, el PAP enfrentó una serie de disputas internas que influyeron en sus derrotas electorales de abril y noviembre de 1980. La oposición del PAP a la política contrasubversiva de Acción Popular fue clara desde el inicio. Los parlamentarios apristas objetaron, junto con otros gru- pos, la propuesta de AP de declarar traidores a la patria a los autores de actos de sabotaje y terrorismo. También se opusieron al decreto legislativo 046 de marzo de 1981 que tipificó el delito de terrorismo y estableció las normas procesales correspondientes. Asimismo, criticaron duramente la primera declaración del estado de emergencia en Ayacucho efectuada por el gobierno ante el incremento de las acciones terroristas en la sierra y los atentados en Lima, tal como se ha visto páginas atrás. Además de oponerse a varias de las normas legales propuestas por el gobier- no de Acción Popular para enfrentar al PCP-SL, el PAP denunció en diversas ocasiones las violaciones de los derechos humanos cometidas por agentes del orden. Asimismo, cuando la oposición parlamentaria interpeló al gabinete minis- terial por el incremento de la violencia fue un diputado aprista, Javier Valle Riestra, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de su cámara, quien sustentó el pliego de preguntas. El PAP frente a la militarización del conflicto El enfoque inicial del problema del terrorismo practicado por el gobierno del PAP debe ser observado bajo la luz de su previa oposición a la política contra subversiva existente, ya señalada líneas arriba. Esa política, como se ha visto, había concluido en una «militarización» del conflicto, resultado no solamente del incremento de la actividad senderista sino, también, de la decisión del arquitecto Belaunde de encomendar la lucha contra la subversión a las Fuerzas Armadas, que se hicieron cargo mediante la figura de los comandos político-militares.