Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 223
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A estos datos se suman, para completar una adecuada comprensión del pe-
ríodo, las consecuencias del conflicto bélico con Ecuador en 1981, las elevadas
pérdidas económicas derivadas del fenómeno El Niño en 1983 y, finalmente, la
crisis internacional de la deuda externa que afectó severamente la producción y
las finanzas del país.
P RIMERAS RESPUESTAS A LA SUBVERSIÓN
La CVR ha encontrado que la subversión armada de carácter terrorista iniciada por el
PCP-SL recibió del partido de gobierno, AP, dos tipos de respuesta sucesivos. La
primera consistió en enfrentar el problema mediante los cuerpos policiales —Guardia
Civil, Guardia Republicana y Policía de Investigaciones del Perú— dirigidos por el
Ministerio del Interior. En un segundo momento se optó por dejar en manos de las
Fuerzas Armadas el combate a la subversión con muy escaso grado de control por las
autoridades políticas civiles. En ambos momentos —aunque principalmente en el
primero de ellos— fueron decisivos los serios errores de diagnóstico del fenómeno por
parte del gobierno. 4
Primeras acciones y diagnósticos
Las primeras acciones armadas del PCP-SL ocurrieron en Ayacucho y Lima. La
más conocida fue la quema de ánforas el día de las elecciones generales del 17 de
mayo de 1980 en la localidad de Chuschi, en el departamento de Ayacucho. Esta
acción fue señalada por el PCP-SL como la que dio inicio a la «lucha armada». El
13 de junio del mismo año, militantes del Movimiento de Obreros y Trabajadores
Clasistas (MOTC), organismo del PCP-SL, lanzaron artefactos explosivos —co-
nocidos como «bombas molotov»— contra la sede municipal distrital de San
Martín de Porres, en Lima. El 15 de junio, otro artefacto explosivo fue detonado
en la tumba del general Juan Velasco Alvarado, primer Presidente del gobierno
militar. Como se infiere de las fechas mencionadas, dichos atentados ocurrieron
cuando todavía estaban las Fuerzas Armadas en el poder, bajo la presidencia del
general Francisco Morales Bermúdez. 5
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La alternativa entre la opción policial y la opción militar se presentó paralelamente a otra
disyuntiva más general en el gobierno de Acción Popular. Se trata de la tensión entre dos
corrientes partidarias. Una de ellas, la liderada por el senador Javier Alva Orlandini, procura-
ba incrementar la influencia del partido en el manejo del gobierno mediante el control de
prefecturas, subprefecturas, gobernaciones y cargos burocráticos de segundo orden, así como
haciendo sentir su fuerza en el Parlamento. La otra corriente, encabezada por el presidente
del Consejo de Ministros y primer ministro de Economía, Manuel Ulloa Elías, se inclinaba más
a asegurar los equilibrios macroeconómicos, favorecer un manejo tecnocrático del gobierno y
atender prioritariamente las pautas de los organismos económicos multilaterales.
Existe un debate acerca de si el gobierno de Morales Bermúdez dejó archivos de inteligencia sobre la
incipiente actividad del PCP-SL. La CVR considera que ese dato no es decisivo para comprender el
proceso general, dada la escasa información existente por entonces sobre la organización subversiva
y sus intenciones de iniciar una «lucha armada».