Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 212
U NIDAD CON EL MIR , DESPLIEGUE DE ACCIONES MILITARES Y DEL TRABAJO POLÍTICO (1986-1988)
Los 18 meses que siguieron al fin de la tregua, fueron considerados por el MRTA de
avance en diferentes ámbitos: por un lado, el proceso de unidad con el MIR VR y la
apertura del primer frente guerrillero en San Martín; por otro, la realización de una
Asamblea Nacional Popular, reunión de gremios y organizaciones sociales en la que
tuvieron activa presencia agrupaciones cercanas al MRTA.
Las conversaciones iniciales con el MIR Confluencia habían fracasado hacia 1982,
pero en 1983 dicha organización entró en crisis. Mientras un sector se incorporaba
al PUM, otro, compuesto principalmente por militantes del MIR-Voz Rebelde,
armaban tienda aparte insistiendo en reiniciar la lucha armada. En 1985, este grupo
organizó los Comandos Revolucionarios del Pueblo (CRP), que realizaron algunas
acciones de propaganda armada. Alberto Gálvez Olaechea, cabeza del MIR-VR,
reconoce que el avance del PCP-SL fue uno de los elementos que precipitó estas
decisiones:
Nosotros, militantes del MIR, grupo con antecedentes guerrilleros y rituales de
homenaje a sus héroes, no quedamos inmunes a un proyecto que nos interpelaba
y nos forzaba a definiciones. El discurso se tornó obsoleto: eran los hechos los
que tenían que hablar. A quienes convergimos después en la formación del MRTA,
en cierta medida, SL nos empujó al camino. (Gálvez 2003: 23)
En 1986, las conversaciones entre el MRTA y el MIR-VR finalmente dieron sus
frutos. El 9 de diciembre, luego de un I Comité Central Unitario, anunciaron su
199
acciones permitió al MRTA reiniciar sus exploraciones para asentar una columna
guerrillera. Asimismo, a fines de 1985 enviaron a un grupo de militantes a Co-
lombia. Este contingente, junto a militantes de Alfaro Vive ¡Carajo! del Ecuador y
del M-19, formaron el Batallón América y participaron en acciones guerrilleras
en Colombia (MRTA 1990: 89-91).
Entre el 9 y el 14 de febrero de 1986, el MRTA realizó su III Comité Central en
Lima con un balance positivo de su actuación durante 1985 al considerar que ha-
bían «conquistado un espacio político importante en la escena nacional y aun in-
ternacional». Sin embargo, pese a su visible presencia en los medios masivos de
comunicación, el MRTA no había logrado influir de manera significativa en el es-
cenario político ni mucho menos conducir importantes movimientos sociales. Más
aun, pocos meses después, el 18 y el 19 de junio, se produjo la masacre de los
penales. El 7 de agosto, en una segunda conferencia de prensa con Polay encapu-
chado, el MRTA anunció a los periodistas el fin de la tregua: «El Movimiento Re-
volucionario Túpac Amaru, a partir del día de hoy, considera al gobierno del señor
Alan García como un enemigo del pueblo» (MRTA 1990: 105). El «reinicio de las
hostilidades» fue acompañado con el llamamiento a la formación de un «frente
por la democracia, la justicia y la paz», que convocara a «demócratas, patriotas,
progresistas, sectores populares del APRA, de IU, que las organizaciones alzadas
en armas» con el objetivo de enfrentar y derrotar a la «militarización» del régimen
(MRTA 1990: 107). El frente nunca se formó.