Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 177

164 Rayón, Bata, Nissan y otras localizadas en la Carretera Central) y el asesinato de empresarios y dirigentes calificados de «traidores». Igualmente, buscó desarrollar la confrontación del movimiento sindical con las fuerzas del orden infiltrándose en las marchas de sindicatos en huelgas y promoviendo actos de violencia. Simul- táneamente, buscó crear su propia base gremial e intentó captar la dirección de los sindicatos y de los Comandos de Lucha de acciones conjuntas. El 19 de enero de 1989 el PCP-SL convocó el primer paro armado en la Carretera Central. Lima, en palabras de Guzmán, constituía «el tambor» de las acciones senderistas, es decir, la caja de resonancia nacional e internacional por excelencia; por ello, se convirtió en objetivo principal de las actividades subversivas de gran impacto del PCP-SL. Por otro lado, es sabido que Guzmán y la dirección central del PCP-SL nunca se movieron de Lima y, por entonces, tenían enlaces directos con el Comité Metropolitano y Socorro Popular. 1990-1991: el «equilibrio estratégico» Asentado su liderazgo total en el I Congreso, Guzmán propuso un objetivo para el PCP-SL que tendría incidencia directa en el curso del conflicto armado: forzó la aprobación en el Congreso de lo que designó en diversos documentos como la necesidad de luchar por alcanzar el «equilibrio estratégico». [...] dijimos iniciar y concretamos el inicio de la lucha armada (ILA 80), hoy se entra a conquistar el Poder en todo el país, decimos equilibrio estratégico y lo especificamos, destacado más que nunca: «El equilibrio y preparación de la contraofensiva; el enemigo, recuperar posiciones para mantener su sistema; nosotros preparar la ofensiva estratégica a través de construir la conquista del Poder». En esto hay que insistir bastante, en cómo se concreta el equilibrio para el enemigo. (PCP-SL 1991d) La proclamación del «equilibrio estratégico» en la guerra revolucionaria era muy importante para Guzmán: Nosotros estamos, desde el Congreso, planteándonos construir la conquista del Poder y estamos construyendo esa conquista. El equilibrio estratégico es un hecho político, no mera elucubración; estamos construyendo la conquista del Poder [...]. Reparemos también en «preparar ofensiva estratégica a través de Construir la Conquista del Poder», pues, estando en el equilibrio estratégico es aquí donde se fundamenta la etapa que viene: la ofensiva estratégica nuestra [...] Insistimos, es hecho material, real, existe en la materia, en la sociedad, en la lucha de clases del país, en la guerra popular y de ahí lo reflejamos en ideas. Hacérselo saber al pueblo y encarnarlo: Hemos entrado a la etapa del equilibrio estratégico. (Guzmán 1988) Esta apreciación no tomaba en cuenta el impacto de los cambios en la estrategia contrasubversiva desplegada por las Fuerzas Armadas —que pasó de la represión indiscriminada y el arrasamiento de las «zonas rojas» a las eliminaciones selectivas mediante trabajo de inteligencia y a la política de recuperación de la población bajo control del PCP-SL— ni la magnitud de la rebelión de los campesinos contra el PCP-SL. Ignoraba también el peso de los comités de autodefensa en todo el país, que tenían aún más fuerza en 1983 y 1984 porque empezaban a dotarse de armas de fuego entregadas por el Estado. En los hechos, la inicial alianza entre el campesinado y el PCP-SL se