Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 175

162 solemne de estudiarlos, debatirlos y aplicarlos; por el brillante éxito del Congreso, desarrollar la guerra popular en función de la revolución mundial. Reconocimiento y sujeción a la jefatura del Presidente Gonzalo, centro de unificación del Partido y garantía de triunfo y sujeción a su dirección y al partido. (1988e) Adoptar el «pensamiento Gonzalo» como la nueva ortodoxia le creó al PCP-SL complicaciones también en el terreno internacional, específicamente, con el Movi- miento Revolucionario Internacionalista (MRI), una organización que aglutinaba pequeños partidos maoístas a nivel mundial, que prestó al PCP-SL algunos servi- cios de apoyo en sus campañas de propaganda internacional, aunque mantuvo sus discrepancias con las tesis del «pensamiento Gonzalo». Por último, una de las conclusiones del I Congreso tendría incidencia crucial en el curso del conflicto armado: Debemos pasar de guerra de guerrillas a guerra de movimientos; pero es con este gran Plan aprobado en definitiva, pues no sólo ha probado su bondad sino rebasado sus objetivos y desarrollado, que debemos llegar hasta el equilibrio estratégico. 37 Una de las consecuencias visibles del I Congreso del PCP-SL fue la recupera- ción de su presencia en Lima. Luego de la ostensible disminución de las acciones durante 1987 y 1988, una nueva fase de recuperación se inició en 1989 y creció paulatinamente hasta llegar a su punto más alto en 1992. Un factor determinante del repunte del PCP-SL en Lima fueron los ajustes organizativos y el «impulso hacia adelante» cuando se aprobó en el Congreso luchar por el equilibrio estratégico. Para entonces se venía desarrollando el cuarto plan militar, Desarrollar Bases de Apoyo, y, en ese marco estratégico, el PCP-SL puso en marcha en agosto de 1987 el Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo (MRDP). El PCP-SL buscaba que ese «movimiento» cohesionara el trabajo de los distintos aparatos que actuaban en Lima para provocar las acciones convergentes (paros armados) y, de esta manera, avanzar en lo que denominaron «la incorporación de las masas». Lo fundamental para el caso de las ciudades sería organizar el trabajo de masas. Esto debía realizarse con el Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo y en una guerra implacable contra el «revisionismo». En las «Bases de discusión de la línea política general» elaboradas para el I Congreso de 1988 se dice: Organizar a las masas para que vayan más allá de lo que permite el ordenamiento legal existente, que luchen por destruir el viejo orden y no para mantenerlo, esto es en los tres instrumentos de la revolución: Partido a donde concurren los menos, Ejército van más y en nuevo Estado-Frente que es la base que aglutina a las masas por saltos y progresivamente, en el campo en Comités Populares y en las ciudades en Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo. Romper así la tradición electorera frenista que aplican los revisionistas y oportunistas de soslayar la lucha del campesinado y en las ciudades no tomar lo principal, esto es, el Poder por la guerra. (PCP-SL 1988a) 37 Tercera sesión del I Congreso, 1989.