Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 169
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Casuarinas no tocan ni las puertas, allí lamen. Si realizan un plan así, esto impli-
caría [...] una situación más favorable para nosotros» (PCP-SL 1986c).
Luego de este hecho, los asesinatos se hicieron más frecuentes. Entre enero y
mayo de 1986, comandos senderistas en Lima asesinaron al capitán de corbeta AP
José Alzadora (14 de marzo), quien había prestado servicios en Ayacucho; al pre-
fecto de Ica, Manuel Santana Chiri (24 de marzo); al contralmirante AP Carlos
Ponce Canessa (5 de mayo); y al mayor (r) GC Felipe Delgado (9 de mayo), quien
había servido en Ayacucho. Asimismo, el 26 de mayo intentaron asesinar a Alber-
to Kitasono, secretario nacional de organización del PAP.
Luego del pico alcanzado en 1986, las acciones del PCP-SL decrecieron conti-
nuamente hasta 1988 y se puede afirmar que éste fue el período de ocaso senderista
en Lima durante los 80. Entre noviembre y diciembre de 1988, una serie de ata-
ques para conmemorar los cumpleaños de Guzmán y Mao abrió una nueva etapa.
Tal vez esta recuperación pudo haberse dado antes; sin embargo, la captura de
Osmán Morote, realizada el 11 de junio de 1988, había postergado la respuesta en
la medida que reveló la fragilidad de los sistemas de seguridad del PCP-SL en
Lima.
Gran parte de la presencia del PCP-SL en Lima entre 1986 y 1988 se explica por
el desempeño de Socorro Popular. Este organismo, que hasta 1985 cumplía tareas
de asistencia médica, asesoramiento legal y eventualmente de propaganda, pasó
en poco tiempo a ser considerado un «comité partidario» y se colocó a la altura de
los aparatos que dependían directamente de la dirección central. La debilidad de
la estructura partidaria en Lima, la importancia que en la ciudad debía tener la
política de Frente y las dudas que la dirección central tenía sobre los cuadros de
dirección del «Metro» hicieron que Guzmán prefiriera el fortalecimiento de Soco-
rro Popular.
El crecimiento de Socorro Popular se hace notorio desde 1985, año en el que,
obedeciendo una consigna de la dirección, se militariza y crea sus propios desta-
camentos y milicias. Su organización era piramidal y dividía cada nivel de la es-
tructura organizativa en tres instrumentos: Partido, EGP y Frente.
En las provincias norteñas del departamento de Lima (Cajatambo, Oyón) y del
sur de Ancash (Ocros, Bolognesi), que se encontraban integradas al comité zonal
del norte medio, las iniciales incursiones, reconocimiento y tomas de contacto se
convirtieron en estos años en acción directa de control de territorios y vaciamiento
de poder por asesinato de autoridades locales y ataque a puestos policiales. Sin
embargo, el período se cerró en esta zona con el inicio de conflictos entre comune-
ros y mandos locales después del retiro de la fuerza principal, tal como había
ocurrido en otras regiones.
La gran huida hacia delante: 1989-1992
Desde los inicios de su «guerra popular», el PCP-SL practicó deliberada y
sistemáticamente el culto a la personalidad de su líder; pero a diferencia de lo
ocurrido en otras experiencias históricas, en este caso el culto fue alimentado por