Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 139

126 E L CASO DE LOS ASHÁNINKAS DE LA SELVA CENTRAL La selva central del Perú es el territorio tradicional de los pueblos asháninka, yánesha y nomatsiguenga. A partir de sus investigaciones, la CVR considera que de 55 mil asháninkas fallecieron alrededor de 6 mil; cerca de 10 mil fueron despla- zados forzosamente en los valles del Ene, Tambo y Perené; y cerca de 5 mil fueron en algún momento cautivos del PCP-SL. Asimismo, durante los años del conflicto armado interno desaparecieron entre 30 y 40 comunidades asháninkas. l E SCENARIOS DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO EN LA SELVA CENTRAL En la selva central se distinguen cuatro grandes zonas que vivieron el conflicto armado interno de manera diferente. La primera es la meseta del Gran Pajonal (Ucayali), habitada por el pueblo asháninka, y donde el PCP-SL fue rechazado de manera categórica. La segunda corresponde a la provincia de Oxapampa (Pasco), habitada por colonos y asháninkas; el MRTA tuvo allí una fuerte presencia. Sin embargo, a principios de 1990, militantes de esa organización «ajusticiaron» a Ale- jandro Calderón, pinkátzari (gran jefe) y presidente de la Apatyawaka Nampitsi Ashánillka (ANAP), por supuesta complicidad en el asesinato de Guillermo Lobatón, jefe guerrillero del MIR, ocurrido en 1965. La muerte de Calderón provocó la for- mación de un «ejército asháninka». El MRTA reconoció su error y se replegó de la región, limitándose luego a acciones aisladas en las ciudades, o ataques a cuarte- les del Ejército. La tercera zona coincide en líneas generales con la provincia de Chanchamayo (Junín). Allí cohabitan colonos, asháninkas y yáneshas. El MRTA tuvo también allí una mayor actividad, llegando a desplazar al PCP-SL, cuya pre- sencia se limitó a acciones esporádicas. La cuarta zona corresponde a la provincia de Satipo (Junín), donde el PCP-SL tuvo una larga presencia. En Satipo podemos distinguir tres subzonas: • • • 1 La primera corresponde, en gran medida, al territorio de los distritos de Río Negro, Satipo y Mazamari, e incluye las principales ciudades de la provincia conectadas por la carretera Marginal y su hinterland rural. Exis- ten allí numerosas comunidades asháninkas y nomatsiguengas, así como asentamientos de colonos mestizos. El distrito de San Martín de Pangoa, conectado con el distrito de Río Tam- bo a través de la parte alta de la cuenca del río Ene. Allí se concentra la mayor parte de las comunidades nomatsiguengas. El distrito de Río Tambo, donde el 97% de la población es asháninka y el resto colonos. Los ríos Ene y Tambo vinculan a todas las comunidades. El Ene constituye un corredor fluvial entre Ayacucho y la selva central, pues es continuación del río Apurímac que bordea la ceja de selva de Ayacucho. Este texto se centra en lo sucedido en los ríos Ene y Tambo. En 1995, la Coordinadora acional de Derechos Humanos publicó un informe sobre la desaparición de estas comunidades.