Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 112
E L PCP-SL EN LA DÉCADA DE 1970
Para entender mejor el comportamiento del PCP-SL en la siguiente década, es
necesario considerar dos cuestiones importantes: a) su construcción como pro-
yecto ideológico y pedagógico y b) su concepción absolutamente vertical y
opresiva de la relación entre partido y sociedad, o entre partido y «masas», para
usar su terminología.
La ideología al mando
Después de la separación del PCP-Bandera Roja y ya como grupo independiente,
el PCP-SL mantuvo su presencia entre estudiantes, profesores universitarios y
maestros ayacuchanos. En la UNSCH, Guzmán se concentró en la «reconstitu-
ción» del PCP utilizando como elemento de lucha política la supuesta fidelidad al
pensamiento de José Carlos Mariátegui, reconocido como fuente ideológica de
legitimidad por toda la izquierda peruana.
Entre 1971 y 1972, los cuadros del PCP-SL conformaron el Centro de Trabajo
Intelectual Mariátegui y, con Guzmán a la cabeza, se sumergieron en el estudio
exhaustivo y exegético de los clásicos marxistas y de las obras de José Carlos
Mariátegui. Luego de casi dos años de estudio intensivo, el PCP-SL dio a luz una
publicación que convertía a Mariátegui, un pensador versátil que no estuvo intere-
sado en un pensamiento sistemático y menos en una ortodoxia, en precursor del
maoísmo y fundador de una ortodoxia, una «línea general». La publicación abar-
caba todos los temas posibles desde «Mariátegui y el problema de la literatura»,
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Partido Comunista del Perú-Patria Roja. Guzmán se mantuvo en el grupo enca-
bezado por Saturnino Paredes; sin embargo, hacía ya tiempo que había formado
su propia «fracción roja» en Ayacucho.
Muy pronto se produjo un enfrentamiento entre Guzmán y Paredes y entre
fines de 1969 y febrero de 1970 la nueva división estaba consumada. En el corto
plazo había ganado Paredes, quien se quedó con la mayor parte de las áreas de
influencia del PCP-Bandera Roja y dejó a Guzmán aislado en su reducto del comi-
té regional ayacuchano. Incluso allí, la facción de Guzmán había perdido buena
parte de las bases establecidas entre el campesinado, en teoría lo más preciado
para un partido maoísta. En 1970, sobre la base del Comité Regional José Carlos
Mariátegui de Ayacucho surgió el PCP-SL, llamado así por el eslogan del frente
estudiantil huamanguino sobre el cual tenía influencia: «Por el sendero luminoso
de Mariátegui».
Según Guzmán, eran sólo doce militantes en Ayacucho en el momento de la
ruptura con Paredes, y 51 en todo el país. Sin embargo, el nuevo partido logró
sobrevivir replegado en la Universidad de Huamanga; así, a lo largo de la década
del 70, fue uno de los muchos pequeños partidos de izquierda radical que pugna-
ban por liderar la «reconstitución» o la «reconstrucción» del Partido Comunista y,
en algunos casos, por emprender la preparación de la lucha armada.