HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 89

hacer magia en los recreos ni en los pasillos. »Las pruebas de quidditch tendrán lugar en la segunda semana del curso. Los que estén interesados en jugar para los equipos de sus casas, deben ponerse en contacto con la señora Hooch. »Y por último, quiero deciros que este año el pasillo del tercer piso, del lado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen una muerte muy dolorosa. Harry rió, pero fue uno de los pocos que lo hizo. —¿Lo decía en serio? —murmuró a Percy. —Eso creo —dijo Percy, mirando ceñudo a Dumbledore—. Es raro, porque habitualmente nos dice el motivo por el que no podemos ir a algún lugar. Por ejemplo, el bosque está lleno de animales peligrosos, todos lo saben. Creo que, al menos, debió avisarnos a nosotros, los prefectos. —¡Y ahora, antes de que vayamos a acostarnos, cantemos la canción del colegio! —exclamó Dumbledore. Harry notó que las sonrisas de los otros profesores se habían vuelto algo forzadas. Dumbledore agitó su varita, como si tratara de atrapar una mosca, y una larga tira dorada apareció, se elevó sobre las mesas, se agitó como una serpiente y se transformó en palabras. —¡Que cada uno elija su melodía favorita! —dijo Dumbledor—. ¡Y allá vamos! Y todo el colegio vociferó: Hogwarts, Hogwarts, Hogwarts, enséñanos algo, por favor. Aun que seamos viejos y calvos o jóvenes con rodillas sucias, nuestras mentes pueden ser llenadas con algunas materias interesantes. Porque ahora están vacías y llenas de aire, pulgas muertas y un poco de pelusa. Así que enséñanos cosas que valga la pena saber, haz que recordemos lo que olvidamos, 89