HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 136
donde la profesora McGonagall y el profesor Flitwick estaban ocupados en la
decoración.
El salón estaba espectacular. Guirnaldas de muérdago y acebo colgaban
de las paredes, y no menos de doce árboles de Navidad estaban distribuidos
por el lugar, algunos brillando con pequeños carámbanos, otros con cientos de
velas.
—¿Cuántos días os quedan para las vacaciones? —preguntó Hagrid.
—Sólo uno —respondió Hermione—. Y eso me recuerda... Harry, Ron, nos
queda media hora para el almuerzo, deberíamos ir a la biblioteca.
—Sí, claro, tienes razón —dijo Ron, obligándose a apartar la vista del
profesor Flitwick, que sacaba burbujas doradas de su varita, para ponerlas en
las ramas del árbol nuevo.
—¿La biblioteca? —preguntó Hagrid, acompañándolos hasta la puerta—.
¿Justo antes de las fiestas? Un poco triste, ¿no creéis?
—Oh, no es un trabajo —explicó alegremente Harry—. Desde que
mencionaste a Nicolás Flamel, estamos tratando de averiguar quién es.
—¿Qué? —Hagrid parecía impresionado—. Escuchadme... Ya os lo dije...
No os metáis. No tiene nada que ver con vosotros lo que custodia ese perro.
—Nosotros queremos saber quién es Nicolás Flamel, eso es todo —dijo
Hermione.
—Salvo que quieras ahorrarnos el trabajo —añadió Harry—. Ya hemos
buscado en miles de libros y no hemos podido encontrar nada... Si nos das una
pista... Yo sé que leí su nombre en algún lado.
—No voy a deciros nada —dijo Hagrid con firmeza.
—Entonces tendremos que descubrirlo nosotros —dijo Ron. Dejaron a
Hagrid malhumorado y fueron rápidamente a la biblioteca.
Habían estado buscando el nombre de Flamel desde que a Hagrid se le
escapó, porque ¿de qué otra manera podían averiguar lo que quería robar
Snape? El problema era la dificultad de buscar; sin saber qué podía haber
hecho Flamel para figurar en un libro. No estaba en Grandes magos del siglo
XX, ni en Notables nombres de la magia de nuestro tiempo; tampoco figuraba
en Importantes descubrimientos en la magia moderna ni en Un estudio del
reciente desarrollo de la hechicería. Y además, por supuesto, estaba el tamaño
de la biblioteca, miles y miles de libros, miles de estantes, cientos de estrechas
filas...
Hermione sacó una lista de títulos y temas que había decidido investigar;
mientras Ron se paseaba entre una fila de libros y los sacaba al azar. Harry se
acercó a la Sección Prohibida. Se había preguntado si Flamel no estaría allí.
Pero por desgracia, hacía falta un permiso especial, firmado por un profesor,
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