Habitissimo Invierno 2019 | Page 113

habitissimo | página 111 Ella no tenía ninguna intención de dedicarse, en plan profe- sional, al mundo de la cerámica artística. Era feliz regalando algunas de sus creaciones a sus amigos, o llevándolas como detalle a los anfitriones durante una fiesta, una visita o un evento concreto. Pero todo eso cambió cuando una de sus hijas, que también se llama Bárbara, le propuso exponer ese trabajo a través de Instagram, la red social que permite com- partir imágenes con otros usuarios y con otras plataformas. “El papel de mi hija fue esencial. Ella es muy perfeccionista, una maestra en las redes sociales, y pensaba que esto podía tener éxito. Me convenció para crear una empresa, y trabajar a partir de los 53 años fue un subidón doble. Fue como un re- galo”, asegura Bárbara Pan de Soraluce, una apasionada del cine, la decoración y la pintura, que estudió Bellas Artes en Dublín y que se introdujo en el mundo de la porcelana en el taller de Carmen Muñoz. Y eso que ella misma admite que el primer día que fue a clase no le gustó nada. “Carmen y su hija Gabriela son las mejores en este campo, según mi opinión. Pintan con una técnica muy depurada, sofisticada y precisa. Tuve la suerte de que me dejaran ser libre. Me dieron una plu- milla y me dejaron encontrar mi estilo. Y eso ha hecho que mis vajillas sean distintas”. A Bárbara le gusta pintar insectos, aunque no sabe muy bien por qué. Le encanta plasmar hormigas, saltamontes y mariposas en sus platos. También flores. Casi siempre suele inspirarse en motivos clásicos, en láminas antiguas de botá- nica y grabados color sepia. Aunque, todo hay que decirlo, no es una persona clásica en absoluto. Tampoco su casa, situada a poca distancia de Nuevos Ministerios (Madrid), de- corada por ella misma; ni el jardín, en el que la vivienda se integra a la perfección; ni su taller, situado en el altillo del inmueble. Ambas cosas, los insectos y las flores, aparecen de vez en cuando, y sutilmente, introduciendo delicadas no- tas de originalidad en cualquier rincón: unas hormigas de hierro junto a las plantas en la escalera exterior del jardín, un insectario sobre el aparador del estudio, o una colorida nube de mariposas cubriendo parte de la pared y el techo de la buhardilla.