habitissimo | página 105
ble de la televisión o la barandilla, que es a la vez
respaldo, a la vez asiento y a la vez alacena.
Los pavimentos son de pizarra natural en
planta baja y de tarima laminada de wengué en
planta alta, con todas las paredes blancas salvo
un gran paramento medianero, que se pintó de
negro para atenuar la incidencia de la luz. «Se
trataba de usar materiales neutros para así re-
saltar la escalera, que es el elemento generador
principal de la casa», afirma Torrijos. En efecto,
el pavimento de la escalera es de madera natu-
ral de pino, en contraste con los demás suelos.
Además, todas las superficies que la componen,
tanto en el interior como en el exterior —baran-
dilla y cuarto de aseo de planta alta— están fo-
rradas de un papel pintado multicolor de Cole
& Sons, que practica un peculiar juego con el
verde pistacho de la isla de cocina, el único otro
elemento coloreado de la vivienda.
Según cuenta el arquitecto, «a veces, en Na-
vidad o en vacaciones, en la casa se juntan siete
y ocho personas, que conviven cómodamente
en menos de 100 metros cuadrados, pero lo que
más me gusta de la casa es que hay zonas donde,
hasta que no abrimos los lucernarios, nunca había
llegado la luz del sol. Es fascinante, arqueológico,
pensar en ese punto del espacio que fue oscuro
durante seis décadas y ahora le atraviesa la luz
cada día». Ese es quizá el logro de toda buena re-
forma y toda vivienda bien entendida: que la can-
tidad de superficie es mucho menos importante
que la calidad del espacio.