Génesis | Page 37

Séptimo grado

¿Cómo sería la carta que Frankenstein le escribiría a su amada? Y si necesitara buscar un empleo, ¿cómo lo haría?

Etelvina:

¡Cómo expresar mi amor por ti! Tus ojos color miel me pierden, tus pequeños y rojos labios me hacen querer besarte, tu cabello negro como la noche y tu tez blanca como la nieve me transportan al paraíso y tu dulce canto como el de un pájaro me enamora. Eres tan bella…

Yo me llamo Frankenstein y nuestro creador se llama Víctor. Al crearme me dejó solo y en busca de una compañera: tú. Le pedí que te creara y así lo hizo. Presencié cada momento en el que fuiste cobrando vida y cada día que pasa me enamoro más de tí.

Te quiero más que a nadie en este mundo y espero que pienses lo mismo luego de conocerme. Podremos crear una vida juntos. He pensado en fugarnos al bosque, vivir allí alejados de todos. Construiré una cabaña, no pararé hasta terminarla y ahí…ahí viviremos felices por siempre, ya no habrá problemas ni preocupaciones.

Espero que sepas entenderme luego de que nos conozcamos personalmente porque, al fin y al cabo, somos iguales, almas gemelas…

Ya espero verte.

Con mucho cariño,

Tu Franky.

Agustina Pettina

¡Hola! Mi nombre es… Bueno, no lo sé pero la gente me llama “monstruo”. Sí, monstruo. No sé qué les pasa conmigo, pero así de feo me hizo mi creador. Yo vengo a audicionar para el papel de montaña en la obra de Flavio Mendoza. Me propongo para este rol debido a que soy grande como pueden apreciar y, además, cuando me escondía de ustedes, los humanos, era bueno quedándome quieto. Como vemos, las montañas no hablan ni se mueven, a menos que mi creador haya hecho otro experimento raro como yo y ahora las montañas tengan vida.

También podría ayudar en el libreto debido a que he aprendido a leer y a escribir muy bien observando a los humanos hacerlo. Aparte, ¿quién sabe cómo escribe un monstruo?

Ahora viene lo más importante. Lo haré por un simple pedazo de pan o cualquier cosa que tengan de comida. Aquí les dejo mi dirección: “Montaña n° 554”.

Ramiro Gantman