Génesis | Page 36

El enigma en la biblioteca

El señor Rick Bernabeth era un policía retirado. Él tuvo que dejar su preciado oficio por la muerte de su esposa, lo cual lo llevó a una fuerte depresión.

Hace tres años, se recuperó del sufrimiento y comenzó a trabajar de detective privado, él no era el mejor detective, pero tenía gran habilidad para resolver los casos.

Una tarde de otoño, su celular sonó. La persona que lo estaba llamando era Marcos Troya, el director de una inmensa biblioteca de la ciudad. Bernabeth reconoció su voz porque a él le gustaba ir allí a leer libros de misterio y lo había cruzado un par de veces. Troya le pidió al detective que fuera a la biblioteca por los sucesos extraños que estaban pasando en ese lugar.

Cuando el detective llegó, el director lo recibió muy cordialmente. Mientras iban avanzando por los distintos sectores del lugar, Marcos le contaba a Rick los diversos hechos que estaban sucediendo en la biblioteca: desaparición de libros muy particulares, manchas extrañas con pintura y las alarmas de seguridad que sonaban repentinamente en las noches. El detective tomó el caso y se fue a su casa.

A la mañana siguiente, mientras desayunaba, leyó en el diario que el millonario John Yin-Yang inauguraría una biblioteca ultramoderna, en donde se podían encontrar libros únicos y muy antiguos. Esto le resultó muy interesante.

Cuando llegó al lugar de los hechos, le pidió a Troya que entrevistara a todo el perso-nal del lugar. Después de los interrogatorios, estaba entre tres posibles sospechosos: Sara, la moza de la confitería. Juan, el nuevo chico de seguridad y Martín, el conserje, el cual se retiraba a horas muy tardes de la noche. El detective decidió quedarse toda la noche, en secreto escondido, para ver lo q hacían los sospechosos.

En la medio de la madrugada, estaba observando las filmaciones de las cámaras de seguridad cuando sonó una alarma antirrobo. Bernabeth salió corriendo hasta la segunda planta donde la alarma estaba activada. Allí estaba Juan, él la había activado porque se había quedado encerrado en el sector infantil, se puso nerviosos y comenzó a tocar botones incorrectos. Bernabeth lo dejó irse a su casa, porque él era un empleado que no entendía cómo trabajar y el detective estaba seguro de que no era el culpable.

Volvió a las cámaras de seguridad, pudo ver manchas verdes de pintura diri-giéndose hacia la puerta de salida para el personal. Se escondió detrás de unas cajas que daban hacia esa salida. El detective pudo ver a Sara tratando de salir. Él la atrapó por sorpresa y le colocó las esposas, mientras le preguntaba por qué lo había hecho. Ella estaba muy nerviosa y no dejaba de mirar la planta de arriba. De repente, Sara gritó: “Corre”. Cuando Rick volteó para ver a quién le estaba gritando, había una persona vestida de negro con un antifaz y unas bolsas de lona en sus manos, las cuales se le habían atascado en un librero. El rápido detective alcanzó al hombre. Él era Martín, el conserje.

Cuando llegó la policía, Sara y Martín quedaron detenidos y lo que había dentro de las bolsas de lona eran los libros que los ladrones robaron para entregárselos a la familia Yin-Yang para su biblioteca nueva. También John quedó preso. La policía felicitó a Rick Bernabeth por su logro y lo nombraron comisario. Marcos Troya, en agradecimiento, inauguró un “sector policial” donde estaban todos los libros de misterio que al detective le encantaba leer.

Jade Muñiz, 6° azul

Génesis literario

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