Estos acontecimientos sociales aparecieron en Latinoamérica, tal es el caso de
Bolivia en donde un grupo de mujeres buscaban la creación de nuevos espacios
culturales, que apuntaban a subvertir los órdenes Patriarcales.
(…) otras formas de respuestas ciudadanas y, entonces, así fue gestándose y naciendo un
“movimiento” plástico coyuntural, en medio de distintas razones sociales, políticas, y
contraideológicas, que coincidían en un lugar común deshacer la escritura-graffiti de las
antiguas formas panfletaria y acudir a nuevas suspicacias formales; introducir el afecto ( y el
efecto social), pero también la forma de arte, la figura y no sólo el verbo, para concebir un
nuevo proyecto estético de su iconoclástica contemporánea”. (Silva, 2000: pp. 32-34)
En la segunda mitad de la década de los noventa, en la ciudad de Buenos
Aires, prolifera especialmente los tags y luego los graffitis hip hop. Estos
movimientos aparecen, en principio, en los barrios de clase media alta como Barrio
Norte, Caballito o Palermo; y con posterioridad en la mayoría de los barrios
populares de la ciudad, como, Mataderos, Liniers y Floresta. También toma fuerza
en las estaciones de trenes y en los paredones adyacentes a las vías, donde se
manifiestan los grandes obras estéticas del hip hop; centrándose en la búsqueda
expresiva de la imagen, sobre la escritura. (Lelia Gándara)
El graffiti en Argentina, posee características particulares, por ejemplo en
Capital Federal (Provincia de Buenos Aires), se utilizan los trazos más acentuados
por los fileteados en los tags.
Además, es importante recordar los hechos ocurridos en diciembre del 2001 y
enero del 2002; como es el caso de los “cacerolazos”; en respuesta al caos
financiero originado por el corralito; situación que llevó a la represión y quiebre
económico de la Republica Argentina; culminando con la renuncia del Presidente
Fernando de la Rua.
Las paredes se cubrieron de mensajes espontáneos tales como: “Basta de robar, Cavallo
asesino, y algunos más ingenioso, como el que proclamaba”
“Abajo la Corte Suprema de Injusticia”.(Lelia Gándara,pp30)
Una vez incorporado en la ciudad de Buenos Aires, el tags y el graffiti hip hop
se extendió al interior del país, Rosario, Córdoba y Mendoza. En el caso de
Mendoza, tuvo mucha influencia el tags y el graffiti hip hop chileno.
En general, en nuestro país, fue activa la vigilancia y la represión de las
manifestaciones callejeras del graffiti en los espacios públicos. Aunque, en la
actualidad, se haya convertido en una moda, no es suficiente para construir su
propia identidad socio-cultural; debido a que no existe un sentido de pertenencia
del espacio territorial, haciendo que la obra se torne efímera, por no constituirse
valores estético-plásticos frente a la comunidad.
LOS GRAFFITIS EN MENDOZA. ANALISIS DE CUATRO CASOS
SELECCIONADOS.
En la ciudad de Mendoza, los lugares más buscados para realizar sus tags y
graffitis hip hop, son los espacios públicos como los zanjones, los baldíos y los
muros ferroviarios.
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