Golden Box Book Publishing Elegida por la espada | Page 7
Ilona recordó que Elana la había recibido de una manera similar,
pero había hecho algo diferente. Ella inclinó la cabeza y luego
expuso su cuello. Ilona recordó que el tipo de saludo que Elana había
utilizado, estaba reservado sólo para personas de elevada autoridad
en su tribu. Su madre le enseñó que sólo se saludaba una vez. No
sabía mucho acerca de la jerarquía dentro de la sociedad de los
hunos, y había tanto que no sabía acerca de su propia vida y sus
orígenes…, pero ahora no tenía tiempo para ponerse a reflexionar.
Por el momento, tenía que concentrarse en otros asuntos que
apremiaban.
Después de que los Líderes, Csenge y Kund les hubieran tocado
el hombro a todos, se levantaron. Ilona esperó a que extendieran sus
manos para el saludo formal de los hunos, a fin de leer sus
sentimientos. Kund y el hombre malvado se quedaron inmóviles.
Una sonrisa estremecedora quedó congelada en sus rostros. Csenge
fue la única en tocar las manos de Ilona, Zoltan, Elza y de Rua. Se
detuvo cuando tocó a Rua, pero lo soltó rápidamente y luego se
volvió a Elza. Ilona espiaba al Líder y al hombre malvado con el
rabillo del ojo, dándose cuenta de que estaban esperando y
observando todo como halcones.
Ilona ralentizó aún más el tiempo a propósito cuando tocó a
Csenge. Pretendía observar cómo leía la mente. Csenge rompió el
contacto con Elza, que pareció aliviada y se volvió hacia Ilona.
Csenge miró la mano de Ilona, y luego la miró con asombro a los
ojos y entonces volvió sus ojos hacia el sofá. Una pequeña sonrisa se
dibujó en la comisura de su boca bien formada, y cuando miró a
Ilona otra vez, ésta le devolvió una cálida y tranquilizadora mirada.
“Sabe que me corté el dedo escondiendo la espada”, pensó Ilona. Se
limpió la sangre en los pantalones y levantó la mano haciendo el
antiguo saludo. Cuando la parte interior de sus muñecas se juntaron y
sus marcas conectaron, sucedió algo inesperado, que hizo saltar a
Ilona. Tuvo la sensación de tener cosquillas en la cabeza. Era similar
a la sensación que se produce en la garganta cuando se inhalaban
vapores desagradables. Sentía como si unos diminutos dedos tocaran
y sondearan el interior de su cerebro. Vio por el rabillo del ojo que
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