Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 104

o futuras como las que puede generar el cambio cli- mático; y (c) la retención y transferencia del riesgo de desastres, o la definición anticipada y utilización de instrumentos de protección financiera para cu- brir la atención inmediata, la rehabilitación y la re- construcción (ejemplo: fondos de reservas, créditos contingentes, seguros, bonos cat, etc.). El manejo de desastres incorpora: (a) la preparación, enten- dida como acciones ex-ante relacionadas con los sistemas de alerta y la generación de capacidades para la respuesta y la recuperación; (b) la respues- ta, definida como acciones ex-post realizadas para atender a la población afectada por la inminencia o la ocurrencia de un desastre; y (c) la rehabilitación y reconstrucción de las condiciones socioeconómi- cas, ambientales y físicas, bajo criterios de seguri- dad, con el propósito explícito de no reconstruir el riesgo preexistente (Ingeniar Ltda., 2011). 2.1.5. Los ámbitos de acción territorial y sectorial de la gestión del riesgo Bajo la perspectiva de la gestión pública, la gestión del riesgo debe ser adoptada tanto en el ámbito territorial como en el sectorial (Figura 2.1). La gestión del riesgo está ligada a los reque- rimientos de desarrollo, de tal manera que con- tribuya al aseguramiento de los medios de vida y a la reducción de los factores estructurales que crean y sostienen condiciones de pobreza. Esto significa, incorporar en las políticas instrumen- tos y estrategias para el fomento del desarrollo te- rritorial y sectorial, aspectos de control y manejo del riesgo, así como la formulación y ejecución de proyectos específicos para su reducción. La imple- mentación de los procesos debe partir de la evalua- ción y el conocimiento del riesgo, desde la fase de prefactibilidad de los proyectos, promoviendo con esto la visión prospectiva y evitando la generación de nuevos riesgos; adicionalmente, se necesita incorporar en el mantenimiento y la operación de las diferentes iniciativas la visión correctiva para reducir los riesgos existentes; finalmente, es preciso complementar con estrategias de protec- ción financiera, formular planes y generar capa- cidades para el manejo de los desastres en caso de que se presenten. La gestión del riesgo en el ámbito territo- rial, se refiere a los procesos, estrategias y proyec- tos específicos de corto, mediano y largo plazo, realizados por las diferentes entidades territo- riales: municipios, departamentos y/o regiones del país. Los riesgos siempre se materializan en el territorio, pero sus causas pueden ser tanto locales como regionales, nacionales o incluso internacio- nales. En los casos en que el riesgo se origina lo- calmente, como pueden ser por ejemplo algunos deslizamientos puntuales, la gestión del riesgo puede (y debe) ser asumida por la administra- ción municipal; pero existen otro tipo de riesgos asociados, por ejemplo, a fenómenos como inun- daciones o erupciones volcánicas, que pueden trascender una división político-administrativa, siendo necesario que se plateen proyectos que involucren a varios municipios, departamentos, cuencas hidrográficas y agentes sociales. Esto im- plica la construcción de espacios de concertación regionales y mecanismos de cooperación entre municipios, gobernaciones, Corporaciones Au- tónomas Regionales (CAR), entes regionales, si existen, y el gobierno nacional. El ordenamiento territorial como instrumento de orientación de una adecuada gestión del suelo y del agua es la herramienta más valiosa para encaminar el desa- rrollo hacia metas de sostenibilidad y seguridad, ya que permite establecer un referente físico-espacial que sustenta las acciones para el desarrollo eco- nómico, social y político del país, de una región o localidad, de manera concertada entre los diferen- tes actores. Dada la importancia estratégica de la gestión territorial, este componente se aborda en detalle en el Capítulo 3 del presente documento. Riesgo de desastres en la gestión pública 79