individuo ancestral, y que tenían más o menos las mismas costumbres y el mismo patrón genético, por
emparentarse entre ellos.
Lo que se quiere demostrar es la existencia de tres líneas genéticas que son las tres de las que venimos
hablando, y que dieron lugar a las razas que hoy conocemos. La división de razas es bastante controvertida ya que es muy difícil declarar los límites exactos entre una y otra, puesto que existen individuos
que a veces tienen características muy marcadas de una raza pero al mismo tiempo, algunas de otra, lo
que generar "moscas blancas".
el carácter de un antecesor
puede, por un breve tiempo, y ocasionalmente por mucho tiempo, influir en los caracteres de sus descendientes. Sir Francis Galton, entre otros, fue
El centro de interés aquí es que hay un sentido en el que
de los primeros en aplicar el análisis estadístico a datos sociológicos en un intento por demostrar la existencia del genio hereditario. No está claro en la actualidad si tales rasgos están relacionados genéticamente o si son resultado de circunstancias, la controversia a este respecto es grande y continua; por
ejemplo, un famoso abogado puede inclinar a sus hijos a seguir en sus pasos y puede dotarlos de una
ventaja por su asociación con ellos, por su influencia en el mundo, y por su acumulación de medios y de
ayudas técnicas, y la contraria también resulta igualmente válida. Es posible que en el ámbito de la capacidad artística se dé una mayor medida de influencia genética.
De lo que se habla aquí es de una "conciencia grupal", o de un "carácter nacional", donde lo "nacional" se refiere a un grupo de personas
relacionadas no sólo por un linaje genético más o menos compartido,
sino también a una serie de usos y costumbres que los relacionan y
los hacen reconocerse como grupo.
La idea de que un "padre" determina en un grado significativo el carácter de sus descendientes durante
varias generaciones subyace a cierta clase de declaraciones que aparecen tanto en el Antiguo como en
Yahshua se refirió a sus más acerbos enemigos como a
"hijos del diablo" o "hijos de Belial", rechazando enfáticamente la
pretensión de ellos de ser "hijos de Avraham". Nosotros sabemos que se estaba
el Nuevo Testamento.
refiriendo a esa raza genética de la semilla de la serpiente, que identificó claramente con seres humanos físicos. El término mismo de "hijos de Israel" vino a significar algo más que ser meros descendientes
de Yaakov. Yahshua se refirió a Natanael como un "verdadero israelita", haciendo referencia a su carác-
En este contexto, es importante prevenirse contra la suposición de que los "hijos" de un antecesor solo perpetuarán los elementos indeseables de su carácter. Creo que la historia demuestra
que existe lo que se denomina un "carácter nacional", que aparece de
manera clara al principio en un individuo solitario, y que reaparece
en sus hijos y nietos con una intensidad suficiente para resultar en la
formación de una pauta de conducta generalizada que después tiende a reforzarse y a perpetuarse al extenderse la familia de tribu a
nación. Allí donde aparentan existir diferencias en el carácter nacional, no se implica con ello que
ter, no a su linaje.
haya una superioridad intrínseca de una clase sobre otra.
Estamos argumentando
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