gastroenterologia pediatrica Adriana lorenzo hernandez - cuaderno artículos med | Page 10
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El aparato digestivo ¿se controla?
Las principales hormonas que controlan las funciones del aparato digestivo se producen y se
liberan a través de las células de la mucosa del estómago y del intestino delgado. Estas
hormonas se liberan en la sangre del tracto digestivo, regresan al corazón y por las arterias, y
de nuevo hacia el aparato digestivo, al igual que los reguladores nerviosos estimulan la
producción de los jugos digestivos y provocan el movimiento de los órganos.
La gastrina hace que el estómago produzca un ácido que disuelve y digiere algunos
alimentos. Es necesaria también para el crecimiento celular normal de la mucosa del
estómago, el intestino delgado y el colon. • La secretina hace que el páncreas secrete
un jugo digestivo rico en bicarbonato. El bicarbonato ayuda a neutralizar el contenido
ácido del estómago cuando entran en el intestino delgado. Además estimula al
estómago para que produzca pepsina, una enzima que digiere las proteínas, y al
hígado para que produzca bilis. • La colecistocinina (“CCK” en inglés) hace que el
páncreas produzca las enzimas del jugo pancreático, y hace que la vesícula biliar se
vacíe. También fomenta el crecimiento celular normal del páncreas.
Reguladores
nerviosos Dos clases de nervios controlan la acción del aparato digestivo. Los nervios
extrínsecos (de afuera) llegan a los órganos digestivos desde el cerebro o desde la
médula espinal y provocan la liberación de dos sustancias químicas: la acetilcolina y la
adrenalina. La acetilcolina hace que los músculos de los órganos digestivos se
contraigan con más fuerza y empujen mejor los alimentos y líquidos a través del tracto
digestivo. También hace que el estómago y el páncreas produzcan más jugo digestivo.
La adrenalina tiene el efecto opuesto, relajando el músculo del estómago y de los
intestinos y disminuyendo el flujo de sangre a estos órganos, retardando o deteniendo
la digestión. Los nervios intrínsecos (de adentro) forman una red muy densa incrustada
en las paredes del esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon. La acción de
estos nervios se desencadena cuando las paredes de los órganos huecos se estiran
con la presencia de los alimentos. Liberan muchas sustancias diferentes que aceleran o
retrasan el movimiento de los alimentos y la producción de jugos en los órganos
digestivos. Juntos, los nervios, las hormonas, la sangre y los órganos del aparato
digestivo llevan a cabo las tareas complejas de digerir y absorber nutrientes de los
alimentos y los líquidos que se consumen todos los días.