FUNDAMENTOS DE LA SABIDURÍA HIPERBÓREA - TOMO 1 | Page 141

Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea El sujeto ha puesto a la fantasía en la esfera de luz y la ha referido a un objeto ideal , a una idea . Por ser energética la fantasía debe tener una intencionalidad , pero la misma apunta no a sí mismo sino a una idea del sujeto : la fantasía REVISTE a tal idea , la conforma imaginariamente y se sostiene en ella . El sujeto consciente viene a ser , así , el soporte esencial de las fantasías pues se desdobla voluntariamente para reproducirlas . Este desdoblamiento voluntario del sujeto EN la fantasía , esta presencia intima del sujeto en el objeto imaginario , hace que en todo momento exista conciencia del carácter puramente ideal de la imagen percibida .
Algo muy diferente ocurre cuando la imagen es una representación consciente : esta emerge frente al sujeto provista de una primera intención que la evidencia como representante de un ente y como objeto PARA el sujeto consciente . Pero tal objetividad óntica es A POSTERIORI del conocimiento racional pues la comprensión del esquema ha sido obtenida previamente , A PRIORI , por el sujeto cultural .
La primera intención de la imagen , contenida en el pensamiento del sujeto consciente , DICE INDUDABLEMENTE QUE SE TRATA DEL ESQUEMA DE UN ENTE ; la vivencia del esquema experimentada previamente por el sujeto cultural DICE A PRIORI DE QUE ENTE SE TRATA .
Supongamos ahora que el sujeto consciente distingue con claridad la imagen de un ente y SABE , por la primera intención , que se trata de un objeto ideal de conocimiento ¿ qué ocurre si el sujeto desea SABER COMO SABE EL OBJETO ? En ese caso el sujeto debe REFLEXIONAR SOBRE el objeto , vale decir , debe REFLEJARSE EN el objeto , situarse momentáneamente en él y , desde él , APERCIBIR al sujeto como objeto . En esta inversión de la relación sujeto-objeto el sujeto consciente puede verse a sí mismo viendo , conocerse conociendo , puede " saber cómo sabe " el sujeto del objeto . Pero tal invasión del objeto por parte del sujeto consciente introduce irreversiblemente una alteración en su composición energética : se superpone a la primera intención una " segunda intención " dirigida hacia el sujeto .
Más , las imágenes de entes con segunda intención , ya no son tan claramente objetivas : se tornan cada vez más subjetivas y terminan por provocar la desconfianza del sujeto . Lo que sucede es que UNA PROLONGADA REFLEXION DEL SUJETO , SOBRE UN MISMO OBJETO CONDUCE A SU SUBJETIVACION , A LA IMPOSIBILIDAD DE DISTINGUIR CON CLARIDAD LO QUE REALMENTE PERTENECE AL ENTE Y LO QUE HA SIDO PUESTO EN EL OBJETO POR LA IMAGINACION : CUANDO ELLO OCURRE EL SUJETO , IMPOTENTE PARA CONFIRMAR LA REALIDAD DEL ENTE , DESCONFÍA Y DUDA DE TODO EL MACROCOSMOS .
Para que la reflexión del sujeto consciente no ocasione la subjetivación del objeto , el hombre debe cultivar el ejercicio de la fantasía . Sus imágenes , en efecto , no poseen primera intención pues no proceden directamente del mundo y , además , el sujeto sabe desde el principio que se trata de objetos imaginarios . La reflexión sobre un objeto de la fantasía , por un sujeto que no pierde de vista en ningún momento el mundo de los entes reales , es la manera más segura de conocer el microcosmos y de afirmar el macrocosmos , evitando la confusión entre ambos o la negación de uno de ellos .
Naturalmente , esta opción de reflexionar solo sobre objetos ideales producto de la fantasía entraña una condición : no es apto para sujetos volitivamente débiles . Existe aquí , como en todas las vías del conocimiento superior -en el sentido en que " superior " es el conocimiento consciente con respecto al racional- un peligro : el peligro de que la energía intima del objeto ideal supere a la voluntad del sujeto y despliegue SOBRE ÉL
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