Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea La alteración que el esquema de sí mismo causa en el alma , en cambio , la modifica de tal modo que su efecto persiste aun cuando el microcosmos se ha desintegrado completamente . Pero el esquema de sí mismo representa " toda la conciencia " que es capaz de alcanzar un microcosmos , vale decir , es un grado evolutivo . Por eso el alma , al quedar modificada permanentemente por el esquema de sí mismo , en realidad se ha auto modelado en el sentido de la entelequia humana , es decir , ha evolucionado .
Supongamos ahora que un alma ha desencarnado profundamente impresionada por un esquema de sí mismo al que anima como un " sujeto consciente ". Siendo el esquema de sí una historia del microcosmos que ha quedado incorporada al alma , es evidente que el sujeto anímico ha de recordar lo vivido no obstante estar desencarnado . Entonces ¿ por qué en una posterior encarnación el alma aparece desprovista de recuerdos ? Respuesta : 1 º) porque la evolución del microcosmos obedece a una SECUENCIA JERÁRQUICA irreversible que obliga al alma a manifestarse inicialmente como sujeto racional del cerebro o " razón "; 2 º) sin embargo , previamente a la encarnación , se efectúa una " involución del sujeto de sí mismo " que causa el " olvido " parcial de los recuerdos innatos .
1 º - Para entender esta respuesta hay que considerar , ante todo , que el alma sólo puede manifestarse EN una estructura adecuada o vehículo . Esta condición viene por ser el alma expresión energética de la mónada , la cual es fundamento de todo proceso arquetípico particular : en este sentido , la mónada es el sujeto individual en todo ente que evoluciona de acuerdo al impulso formativo de los Arquetipos universales . En el caso particular del microcosmos , el alma es siempre sujeto anímico de una estructura ; y la afirmación contraria también es válida : sin estructura no hay manifestación anímica posible . Teniendo en cuenta tal condición , y todo lo visto hasta aquí sobre la formación de la estructura cultural y el esquema de sí mismo , podremos entender fácilmente la respuesta anterior .
Si reflexionamos sobre lo estudiado hasta aquí comprobaremos que , en efecto , se cumple una tácita SECUENCIA JERÁRQUICA en la formación de las estructuras del microcosmos : en el génesis sólo existe el cerebro , es decir , la memoria arquetípica ; el alma no puede hacer otra cosa que animar tal estructura y operar con sus funciones ; como sujeto racional o " razón " el alma descubre el designio en los entes y construye la estructura cultural , a la que luego animará como sujeto cultural ; y desde la estructura cultural irán emergiendo hacia las capas superiores de la psique los símbolos que conforman el esquema de sí mismo , al que el alma animará como sujeto consciente o histórico . He aquí la secuencia completa : el alma anima a la memoria arquetípica o cerebro como sujeto racional o " razón " y construye la estructura cultural a la que anima , a posteriori , como sujeto cultural , desde donde construye el esquema de sí mismo al que anima , por último , como sujeto consciente o histórico .
No hay manera " natural " de alterar esta secuencia : el alma encarnada siempre debe comenzar por animar un cerebro infantil , por ser sujeto racional . A partir de ese comienzo inevitable está la posibilidad de desarrollo estructural que subyace en la potencia del microcosmos potencial : si las limitaciones genéticas del microcosmos particular lo permiten , quizá se pueda alcanzar un alto grado de conciencia . Pero lo que no se podrá hacer es alterar la secuencia jerárquica que ordena la aparición de los sujetos anímicos . Está claro ahora en qué consiste la secuencia jerárquica de la formación estructural , mas no se ve con igual claridad por que el alma , en una posterior encarnación , aparece desprovista de recuerdos . Pero la respuesta es simple , radica en la naturaleza jerárquica de la secuencia , en las determinaciones que impone cada estructura a la manifestación de los sujetos propios . Cuando el alma anima , por ejemplo , a la memoria arquetípica sólo puede descubrir el designio en los entes dados a la intuición sensible : cualquier " recuerdo innato " no se diferencia en nada de la
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