de lo que hacemos sólo lo podemos transformar en la medida en que
convertimos nuestras actuaciones y nuestras perspectivas en objeto de
investigación. Por tanto, la investigación-acción no es el estudio de lo que
otros hacen, sino el de nuestras propias prácticas. Así, la investigaciónacción ofrece la posibilidad de superar el binomio "teoría-práctica",
"educador-investigador". Desde esta perspectiva, la práctica y la teoría
encuentran un espacio de diálogo común, de forma que el práctico se
convierte en investigador, pues nadie mejor que las personas implicadas
en una realidad determinada puede conocer los problemas que precisan
solución.
•
El elemento de “formación” es esencial y fundamental en el proceso
de investigación-acción. En la investigación-acción se contempla la
necesidad de la "investigación", la "acción" y la "formación" como tres
elementos esenciales. Cada ángulo del triángulo juega un papel
importante e imprescindible en el proceso de investigación (Fig. 7.2).
No se debe desvirtuar un proceso de investigación-acción, como suele
suceden algunos casos, olvidando que la "formación", y por tanto el
desarrollo profesional, es un componente esencial que acompaña a los
procesos de innovación y de reflexión.
•
El proceso de investigación-acción se define o se caracteriza como
una espiral de cambio. Se suele utilizar el concepto de "espiral de
cambio" para hacer referencia al proceso según el cual se van
desarrollando las fases que constituyen un proyecto de investigaciónacción. La característica fundamental de esta metodología es la
naturaleza cíclica del proceso que se compone, siguiendo el modelo de
Lewin, de cuatro fases: la planificación, la acción, la observación y la
reflexión. La flexibilidad y dinamicidad en el desarrollo de una
investigación-acción contrasta con la linealidad procesual de otras
metodologías de investigación.
Existen diversas formas de presentar este proceso dinámico en el que
los participantes deben articular permanentemente las fases de