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Alicia Gurdían-Fernández
desechados como palabras sin sentido; las realidades
inobservables habría que “definirlas operacionalmente”
para poderlas medir; los modelos matemáticos, basados en
datos bien medidos, serían los ideales para concebir y
estructurar teorías científicas. (Martínez Miguélez, 2004: 4)
Este ha sido el modelo hegemónico que normó con
“éxito” las ciencias naturales y humanas, a pesar de que a él se
debe el avance tecnológico de los últimos siglos, de igual forma
se ha demostrado que es inapropiado para el estudio del átomo
y el astronómico. Ni qué decir para el estudio del mundo de la
vida, de las sociedades y de las personas.
Este enfoque paradigmático -“newtoniano-cartesiano”reinó en el desarrollo de la ciencia y normó el mundo desde la
segunda parte del siglo XIX hasta la primera del siglo XX.
Según Morin (1984), nuestras ideas no son reflejos de
lo real, sino traducciones de lo real. Continuando con la
analogía de la cámara fotográfica de Locke, ésta siempre registra
objetos, pero el cerebro los traduce por medio del sistema
neuro-cerebral, produciendo representaciones, nociones e ideas
por las que percibe y concibe el mundo exterior.
Investigar la realidad social no es fácil. El investigador
forma parte de la realidad social que debe investigar. La
oposición sujeto/objeto se difumina. Pues objeto es lo que está
fuera del sujeto, literalmente “lo que ha sido arrojado del sujeto”,
y aquí el sujeto está dentro del objeto, y ¿Cómo podemos
comprender a lo que nos comprende? Pues sujeto es lo que está
sujetado o ligado, siendo el objeto aquello de lo que el sujeto está
suelto -por eso puede huir del objeto o modificarlo-, y aquí el
sujeto está ligado por el objeto, aprisionado en el orden social
que debe investigar... (Ibáñez, J., 1985)38
38 Ibáñez, J. (1985) Del algoritmo al sujeto. Perspectivas de la investigación social.
Madrid: Ed. Siglo XXI, p.2