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Alicia Gurdían-Fernández
A finales del siglo XVIII ocurrió un acontecimiento que
conmovió los cimientos del mundo social y que según Kant no
se olvidará jamás: La Revolución Francesa.
A mediados del siglo XIX nos encontramos con una
Ciencia Natural bien asentada en los pilares de la tradición
galileana o galileica y unas Ciencias Humanas con grandes
logros y pretensiones científicas. Nació así la filosofía de la
ciencia del positivismo decimonónico, representada por
Auguste Comte (1798-1857), sociólogo francés, y Stuart Mill
(1806-1873), filósofo, político y economista inglés,
caracterizada por:
I.
II.
III.
IV.
El monismo metodológico12
El modelo o canon de las ciencias naturales
La explicación causal como característica de la
explicación científica
El interés dominador del conocimiento positivista.
La amenaza que le rondaba era cosificar, reducir todo a
objeto, aún al ser humano. El debate no tardó mucho en estallar.
Se fue fraguando en el ámbito alemán, principalmente, una
tendencia anti-positivista: la hermenéutica. Surgen Drosey,
Dilthey, Simmel y Max Weber, junto con los neokantianos
Baden, Windelband y Rickert.
Esta etapa entreabre otra puerta de la historia de la
ciencia y con ella una invitación a entrar, conocerla, analizarla y
a tomar posición.
Johann Gustav Droysen (1808-1884), historiador, fue el
primero en establecer la diferencia entre explicación y comprensión.
12 Dice que los objetos abordados por la investigación científica pueden ser y son
diversos, pero como diría Comte, debe haber unidad de método y homogeneidad
doctrinal. Sólo se puede entender de una única forma aquello que se considere como
una auténtica explicación científica, es decir la forma en que se estudian dichos objetos
es la misma.