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Alicia Gurdían-Fernández
Por esto recomendamos que exista una interacción
dinámica y estrecha entre quien investiga y los datos recogidos.
Esto significa un “familiarizarse” con los datos o un
“aprehenderlos” -hacerlos suyos, hacerlos míos- por lo que es
imprescindible que dichos datos sean recogidos por la o las
personas que los va a analizar.
El proceso de análisis cualitativo, en general, consta de
cuatro etapas: la determinación de unidades de análisis, la
categorización/codificación, establecer posibles explicaciones o
conjeturas y la lectura interpretativa de los resultados.
•
•
La caracterización de las unidades de análisis relevantes
para la investigación focaliza la atención de la
investigadora o del investigador sobre la
reducción/sistematización de las transcripciones en
dimensiones manejables. La definición de estas
unidades requiere utilizar la teoría y el dato crudo.
Después de identificar dichas unidades, se prueba su
aplicabilidad a las transcripciones mediante una prueba
de codificación.
La
categorización/codificación
supone
la
materialización y extensión al conjunto de la
información recabada: se agrupa y ordena sobre al base
de categorías idóneas, para transformar la complejidad
de las transcripciones originales en un formato más
simple y manejable: los códigos. Esta etapa se caracteriza
tanto por su naturaleza retroactiva como por la
dialéctica que se genera al modificar el proceso de
codificación, que impone las diversas lecturas de lo
datos y la teoría que sustenta la primera aproximación
conceptual. La sistematización, elaboración y asignación
de categorías a segmentos de las transcripciones es la
actividad básica de esta etapa y garantiza la aplicabilidad
y consistencia de los resultados.