LECTURAS COMPLEMENTARIAS
ya sea a través de síntomas orgánicos o no orgánicos, como de la cabeza. La
representación más corriente es que son enfermedades ubicadas "en" o tienen que ver
con la cabeza. Esta última se constituye en un espacio corporal simbólico por excelencia
donde estaría el centro del sistema nervioso y se materializaría cualquier desorden
nervioso. Esta imagen es facilitada por la tradición médica "científica" de la asociación
entre nervios y perturbaciones mentales. Mente, mental, igual localización en la cabeza.
También hay una clara relación en el lenguaje popular entre remedios de los nervios y
remedios para la cabeza. En forma de ejemplo puede citarse el caso del dolor de
cabeza por nervios.10 Sin embargo, es interesante que el discurso del curandero relaciona
distintas porciones corporales alrededor del campo sindromático, bajo el control de la
cabeza como espacio corporal principal.
"La enfermedad de los nervios se manifiesta con dolor de cabeza,
depresión, decaimiento, aislamiento, histerismo y cierto tipo de
comportamiento inexplicable. Se afecta el cerebro o la cabeza, el
páncreas, el estómago, el corazón... El sistema nervioso es una
ramificación que viene del cerebro, de la cabeza y si se descompone,
afecta todo el organismo".
Rafael Rodríguez, curandero, 72 años, nacido en Barranquilla, mestizoblanco, con cuatro años residiendo en el Dsitrito de Aguablanca.
El manejo terapéutico de las enfermedades nerviosas en las culturas médicas populares
del distrito de Aguablanca, en forma similar a lo que se presenta en otros contextos
urbanos (Duarte, 1986: Pp.154-155, para Río de Janeiro y otras áreas urbanas del
Brasil), se caracteriza por el uso de una fuerte dosis de componentes rituales. De este
modo las prácticas de brujería ("hacer trabajos"), las prácticas terapéuticas corrientes
distintas a los procedimientos de agresión simbólica o de "atracción" buscada respecto
al objeto deseado –como las de limpieza y/o extracción del objeto maligno,
"cerramiento" del cuerpo físico-espiritual frente a peligros externos, etc.– constituyen
10
Duarte (1986: 154-155) lo describe ampliamente para los sectores populares urbanos en Brasil.
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