LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Nervios y/o sistema nervioso como un estado general del cuerpo
y la vida cotidiana en la ciudad
“Hay personas que tienen problemas, conflictos, muertes. Entonces, el
sistema nervioso se les altera; les da por llorar, reír, gritar, ven a la persona
muerta en todas partes. Para eso, cuando, están muy mal se les manda
triptanol o tegretol, únicamente para calmarlas. Esa no es la cura, eso si el
caso está muy apurado, si no se les hace una charla psicológica y se
tratan con las hierbas para los nervios. El sistema nervioso es muy delicado,
tiene que ver con las neuronas y con el corazón. Puede producir un infarto
o la locura”.
José Santana Tandioy, curandero mestizo-indígena del Putumayo, vecino
de Marroquín II.
Tanto los curanderos como las mujeres jefes de hogar o cónyuges en las familias
estudiadas describen los nervios o la nerviosidad, en la mayor parte de los casos, a la
manera de una alteración del sistema nervioso. Esta alteración para los agentes
informales de salud y sus pacientes se manifiesta o se expresa en un estado general
del cuerpo, con la producción desde una enfermedad orgánica, algunas veces mortal
(infarto), hasta una perturbación mental (locura). Alteración claramente referida a las
diversas dimensiones de la vida cotidiana: aspectos laborales, relaciones intravecinales
e intrafamiliares, las cuales son el factor desencadenante del cuadro sindromático.
Este discurso "organicista" alrededor del sistema nervioso, seguramente tomado en
préstamo del discurso "científico facultativo", con una utilización de términos como
"neuronas" y de medicalización psiquiátrica convencional (uso del triptanol y el tegretol),
en el caso del curandero citado, de todos modos es resignificado en una representación
diferente al modelo científico, dependiente del tipo predom