LECTURAS COMPLEMENTARIAS
se asegura de que los niños manejen el contendido escolar del mismo. En estas
condiciones el maestro admite opiniones divergentes de los alumnos y negocia con
ellos el conocimiento.
Los niños, siguiendo la dinámica planteada por el maestro, convierten una clase
demostrativa en una clase argumentativa que termina problematizando el modelo del
Sistema Solar.
Los alumnos desplazan la interacción del terreno de las preguntas ficticias del maestro,
porque él ya sabe las respuestas (Stubbs, 1984), al terreno donde las soluciones no
están dadas. El conocimiento se abre entonces a la búsqueda de explicaciones, de
nuevas elaboraciones, poniendo en juego los conocimientos previamente adquiridos y
tratando de dar coherencia a las ideas más allá del discurso escolar. La interacción
entre los alumnos y el maestro abre y cierra alternativamente el conocimiento de lo
conocido a los desconocido. Los recursos que el docente pone en juego para que
acepten la descripción del Sistema Solar, los alumnos los utilizan para tratar de entender
las causas de la dinámica del sistema. Se desarrolla así una construcción del significado
(Tannen, 1989) del conocimiento social entre los alumnos y el maestro. La educación
se convierte así en una producción colectiva donde el maestro tiene que negociar el
conocimiento para mantener el control del proceso.
El proceso que siguen los niños estableciendo relaciones de causa-efecto,
argumentando sus ideas, buscando explicaciones alternativas, tratando de comprender
las leyes que explican la especificidad de un modelo de movimiento que contradice la
experiencia cotidiana y, probablemente dándose cuenta de que todo conocimiento es
cuestionable y es necesario analizarlo y justificarlo, vincula sus intervenciones con el
quehacer científico mucho más que seguir un esquema rígido denominado "método
científico" y parece resultar formativo a pesar de no seguir ningún "modelo didáctico
innovador" para mejorar la enseñanza de la ciencia.
Esta clase muestra que cuando el maestro abre la posibilidad de que los alumnos
manifiesten sus opiniones y reflexionen sobre ellas, no importa si es con una estructura
más o menos cerrada o si es antes o después de haber transmitido cierta información
escolar, los alumnos pueden rebasar las expectativas del docente y alterar la dinámica
de la interacción al mismo tiempo que contribuir a nuevas construcciones del
conocimiento. Esto es así siempre que el conocimiento resulte significativo para ellos.
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