Formula Rally Magazine nº9 - Julio 2016 | Page 96

Las actuaciones de Freddy no pasaban desapercibidas y en Toyota, tras la escandalósa trampa con los turbo de 1995, contaron con él para el desarrollo del coche con el que entrarían en la nueva categoría para 1997, el Corolla WRC. Tanto con el Celica oficial como con el Corolla, Loix dejaba claro que era un piloto muy a tener en cuenta para luchar por las victorias y posiblemente para algún título, lo que llevó a los responsables de Toyota a cederle el puesto de piloto con opciones de puntuar para la propia marca, en lugar de otros como Didier Auriol o Marcus Grönholm, con más experiencia y títulos, pero no había demasiada opción de avanzar en la marca ya que el primer equipo estaba cerrado con Sainz y Auriol y con la Grifone no había posibilidad de correr un año completo, lo que hizo que se buscaran otros equipos. Casualmente, en las filas de Mitsubishi había hueco, y el ser segundo del tres veces Campeón del Mundo (Tommi Makkinen en 1999) con el coche que estaba dominando no era algo para despreciar... DE OFICIALES OTRA VEZ Dicho y hecho. Para 1999, Marlboro y Mitsubishi firmarían un acuerdo para que los Lancer oficiales fuesen pintados totalmente de rojo con los logotipos de la tabacalera con el campeonísimo Tommi Makinen y Freddy Loix como pilotos. Para dicha temporada, las consignas eran mantener el reinado del finlandés y hacer que el belga conociese el campeonato, pero en el caso del segundo esta tarea fue algo más complicada de lo que en un principio podía esperarse. La adaptación al Mitsubishi fue complicada al ser un coche 100% hecho para Tommi, lo que llevó a Freddy a salirse en más de una ocasión, siendo realmente grave su accidente en el Rally Safari, donde unas lesiones cervicales le mantuvieron apartado de la competición para el Rally de Portugal, cita en la que otro finés ya conocido, Marcus Grönholm, le sustituiría de una manera más que correcta. 96 Pero el regreso del belga fue difícil y no coinseguía estar siquiera en tiempos de cabeza, salvo momentos puntuales en los que los resultados acompañaban, rallys como Cataluña o Grecia. Mientras, el jefe de filas mantenía muy alto el honor de Marlboro, siendo líder desde el primer momento, haciéndose con el campeonato a finales de año, el que sería el cuarto de su carrera deportiva. Marlboro, después de veinticinco años, volvía a lucir los colores del equipo campeón. Como curiosidad, y siendo las leyes anti-tabaco cada vez más restrictivas en lo referente a sponsorización, en las pruebas que no estaba permitida dicha publicidad, en el equipo Mitsubishi se ideó la forma de ocupar esos huecos blancos de otra manera, siendo los nombres en negro la mejor opción para el cambio. Aún así, y dado que Marlboro estaba en apogeo como patrocinador al estar unido también a los títulos de Michael Schumacher en Ferrari y a las victorias del equipo Yamaha en el Mundial de Motociclismo, lo que hacía que estos detalles fuesen minucias.