Formula Rally Magazine nº9 - Julio 2016 | Page 92

nea italiana Alitalia, lo que dejaba a Marlboro sin sitio en los Stratos, ni siquiera en los Lancia Beta que ocasionalmente utilizaba el equipo oficial en los rallys de mayor dureza. Había que buscar otras opciones. CAMBIO DE ESTRATEGIA Después de haber ganado con Lancia, las opciones de patrocinar a otras marcas no aseguraba el tener victorias y títulos. La competencia empezó a ser feroz. A los logotipos de Marlboro le siguieron los de Gitanes (muy vistos entre pilotos franceses), Rothmans o Colt, marca finesa muy común entre pilotos nórdicos. Todo esto llevó a Marlboro a pasar a ser un sponsor de caracter individual, escogiendo pilotos “top” para llevar sus logotipos en sus vestimentas o en carreras esporádicas. Así, se vio como pilotos de la talla de Markku Alen, Simo Lampinen o Ari Vatanen comenzaron a correr bajo sus colores. Fue el comienzo de una saga denominada “Pilotos Marlboro”, saga que duraría más de veinte años. Pero para una marca como Marlboro, que se estaba acostumbrando a ganar en todo tipo de especialidades, el estar poco visible dentro del mundo de los rallys no era suficiente y querían llegar un poco más allá. A partir de 1980, y viendo como la gran rival en los rallys, Rothmans, se hacía con el patrocinio de campeonatos menores como el Open Británico, o daba su nombre a rallys tipo Tour de Corse o el durísimo Acrópolis griego, decidió adentrarse por la misma senda, apostando muy fuerte con las dos pruebas africanas, el Rally Safari y el Rally Costa de Marfil (o Bandama, como también se le llamaba) y con los sudamericanos, es decir, el Rally de Brasil y el Rally de Argentina. Así, cada uno de ellos pasó a llamarse “Rally Marlboro Safari”, o “Rally Marlboro Brasil”... Vamos, excepto el Acrópolis todos los rallys rompecoches eran suyos. Por supuesto, y como era de preveer, el peso de la tabacalera en estas pruebas era mucho, y en cada una de las ediciones se podían ver pilotos y equipos portando el color rojo chillón con letras negras sobre fondo blanco, estos siendo siempre clarísimos candidatos a la victoria. Uno de esos piloto s era Shekhar Mehta. El keniata, muy habitual en este tipo de rallys y el cual se prodigaba poco en el resto de pruebas europeas, era un auténtico especialista en los rallys africanos, ganó en cinco ocasiones el Safari, una en el 73 y las cuatro restantes de forma consecutiva entre los años 79 y 82, lo que le daba un caché muy alto y era un fijo a la hora de llevar los logos de Marlboro ( y al ser fumador lo más seguro es que la cuenta en el estanco la tuviera pagada desde el primer día...). 92