nea italiana Alitalia, lo que dejaba a
Marlboro sin sitio en los Stratos, ni siquiera en los Lancia Beta que ocasionalmente utilizaba el equipo oficial en
los rallys de mayor dureza. Había que
buscar otras opciones.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
Después de haber ganado con Lancia, las opciones de patrocinar a otras
marcas no aseguraba el tener victorias y títulos.
La competencia empezó a ser feroz.
A los logotipos de Marlboro le siguieron los de Gitanes (muy vistos entre
pilotos franceses), Rothmans o Colt,
marca finesa muy común entre pilotos nórdicos.
Todo esto llevó a Marlboro a pasar a
ser un sponsor de caracter individual,
escogiendo pilotos “top” para llevar
sus logotipos en sus vestimentas o en
carreras esporádicas. Así, se vio como
pilotos de la talla de Markku Alen,
Simo Lampinen o Ari Vatanen comenzaron a correr bajo sus colores. Fue
el comienzo de una saga denominada
“Pilotos Marlboro”, saga que duraría
más de veinte años.
Pero para una marca como Marlboro,
que se estaba acostumbrando a ganar
en todo tipo de especialidades, el estar poco visible dentro del mundo de
los rallys no era suficiente y querían
llegar un poco más allá.
A partir de 1980, y viendo como la gran
rival en los rallys, Rothmans, se hacía
con el patrocinio de campeonatos menores como el Open Británico, o daba
su nombre a rallys tipo Tour de Corse
o el durísimo Acrópolis griego, decidió
adentrarse por la misma senda, apostando muy fuerte con las dos pruebas
africanas, el Rally Safari y el Rally
Costa de Marfil (o Bandama, como
también se le llamaba) y con los sudamericanos, es decir, el Rally de Brasil
y el Rally de Argentina. Así, cada uno
de ellos pasó a llamarse “Rally Marlboro Safari”, o “Rally Marlboro Brasil”...
Vamos, excepto el Acrópolis todos
los rallys rompecoches eran suyos.
Por supuesto, y como era de preveer,
el peso de la tabacalera en estas pruebas era mucho, y en cada una de las
ediciones se podían ver pilotos y equipos portando el color rojo chillón con
letras negras sobre fondo blanco, estos siendo siempre clarísimos candidatos a la victoria.
Uno de esos piloto s era Shekhar Mehta. El keniata, muy habitual en este
tipo de rallys y el cual se prodigaba
poco en el resto de pruebas europeas,
era un auténtico especialista en los
rallys africanos, ganó en cinco ocasiones el Safari, una en el 73 y las cuatro
restantes de forma consecutiva entre
los años 79 y 82, lo que le daba un
caché muy alto y era un fijo a la hora
de llevar los logos de Marlboro ( y al
ser fumador lo más seguro es que la
cuenta en el estanco la tuviera pagada
desde el primer día...).
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