FORMAT+V Mayo 2014 | Page 14

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SLOW MUSIC

Por Ignacio Grünbaum

En más ocasiones de las deseadas se tilda a los coleccionistas de vinilos de snobs, de presumir de objetos "raros" (si se me permite el término) y muchos también creen que se trata de una moda.

Hay algo de cierto en todo esto. Quienes gustamos del coleccionismo discográfico somos un poco presumidos y un poco snobs si se quiere, dado que disponemos de nuestro tiempo, pasión y dinero para dedicarle a unos objetos que para una gran mayoría de personas resultan cosas que creían extintas o que (por alguna misteriosa razón) no podían ser usadas en estos días.

Pero más allá de que aún seamos una especie de bichos raros, hay algo que escapa a todo esto y creo que es un aspecto interesante para analizar.

El vinilo es un formato que necesita su tiempo. Tiene mucho de ritual el preparar un disco, ponerlo en la bandeja, limpiarlo y disfrutarlo. Es una cuestión que va más allá de la eterna discusión de si el vinilo es mejor que el CD; que el CD no tiene fritura pero pierde calidad; etcétera. El vinilo lleva tiempo.

Dedicarle tiempo a los vinilos implica una actitud. Una actitud que a mí me gusta llamar "Slow Music".

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¿QUÉ ES LA "SLOW MUSIC"?

Con el vinilo ocurre algo parecido a lo que pasa con la comida rápida (Fast Food), que ha generado como reacción un movimiento contrario en el que la filosofía es la opuesta: no se come rápido y sin pensar porque no hay tiempo para nada, sino que se elogia la lentitud, convierte la experiencia gastronómica en una experiencia de conocimiento y tal vez de reflexión, apelando a otro tipo de disfrute. Este movimiento, claro, se llama "Slow Food".

Tal vez esto mismo pueda aplicarse a la música, al coleccionismo. En un momento de la humanidad en el que el formato físico supuestamente estaría desapareciendo; en el que cualquier canción o disco está al alcance de cualquier persona con conexión a internet; en el que la música puede ser escuchada en dispositivos digitales increíblemente portátiles; asistimos a la era de la Fast Music, en la que todo es ahora y no importa la calidad del sonido o escuchar temas en youtube.

En plena era digital, el disco de vinilo se erige como un formato que requiere del cuidado y la atención del oyente y coleccionista.