paciente que nunca ha estado enfermo seguramente estaría dispuesto a pagar
menos por determinados tratamientos que otro paciente que ya ha padecido esos
problemas y desee evitarlos (ej. dolor postoperatorio). Debido a la dificultad de
poder contemplar monetariamente todos estos aspectos, al final se sacrifican los
beneficios intangibles y como el resultado final se expresa en una mera cifra,
podemos saber que un tratamiento es mejor que otro, pero es muy difícil conocer
las causas que hacen que uno sea mejor que el otro. Así, por ejemplo, en los
estudios de profilaxis de la emesis perope ratoria, la administración de droperidol
resultaba eficaz y sensiblemente más barata que la realizada con ondansetrón, pero
tenía como efecto secundario excesiva sedación en ocasiones, que no era incluida
en las consideraciones del estudio. Estos estudios tienen a favor respecto a otros,
que permiten a la administración sanitaria decidir entre diferentes actuaciones
cuando los resultados son desconocidos y los recursos limitados.
Desenlace de los estudios de costo-efectividad:
Este estudio es el más utilizado
en clínica y farmacéutica, sin
embargo de forma frecuente el
término costo efectividad se
utiliza
incorrectamente
haciendo alusión a resultados
de todos los tipos de estudios
Farmacoeconómicos. Es útil en
la identificación de preferencias
entre alternativas, donde los
datos iniciales se expresan en
unidades monetarias y los
resultados en variables clínicas
o paraclínicas. Es importante
para justificar inversiones en
todos los campos de la salud.
Un ejemplo de la aplicación de reducción de costos es la de “compararse con
respecto a la eficiencia de los tratamientos genéricos existentes”, es decir sobre los
montos que ya se vienen pagando, lo que pretende es no juzgar sino cual es el
tratamiento con la mejor eficiencia dentro de la misma patología.
Las razones de costo efectividad promedio se calculan dividiendo los costos totales
de cada intervención por sus respectivos outcomes o efectos, mientras que el
análisis incremental ICER (en inglés) es calculado a partir de la razón entre las
diferencias en el costo y la efectividad de las alternativas en evaluación.