FARMACOECONOMIA 1 | Page 16

Y es que precisamente el aspecto más controversial se refiere a expresar la salud en términos de dinero y en darle un valor monetario a eventos aparentemente invaluables como: la pérdida de la visión de un ojo, la pérdida de la audición, la insuficiencia renal, o incluso la muerte. Sin embargo, esta práctica está bien establecida en la industria de seguros, donde los eventos y las enfermedades tienen valores asignados. NO ADOPTAR DILEMA (*) DILEMA (*) + Efectividad ADOPTAR En el primer supuesto, el del capital humano, se asume que el valor de la vida humana tiene un coste que se extiende en el tiempo y que su interrupción limita el potencial derivada de ésta (un joven sería más valioso que un anciano). Esta aproximación tiene, sin embargo, serias críticas éticas porque otorga un valor económico a una vida humana y abre el debate del coste estimado en función de la productividad de cada persona. En el segundo supuesto de cuestionarios a los pacientes, se pregunta al paciente sobre el importe del dinero que pagarían para evitar una consecuencia adversa. Este tipo de estudios se ha empleado para la valoración de diferentes pautas de prevención de la náuseas y vómitos postoperatorios, una circunstancia adversa, que, aunque de importancia clínica relativamente menor, es mal tolerada y recordada por los pacientes, o también para los sistemas automatizados de analgesia PCA. La estimación de beneficios es aún más compleja: estimar la productividad social-económica del paciente recuperado (teoría del capital humano, donde los pacientes al enfermar dejan de producir y generar beneficios económicos), estimar el valor implícito público (a partir de las valoraciones económicas de las sentencias judiciales) o valorar la disposición a pagar del individuo, técnica que tampoco es completamente satisfactoria, porque un