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PUERTO, MUELLES Y EMBARCADEROS
Desde sus orígenes, Piriápolis ha contado con varios puertitos aptos para albergar los barcos de los pescadores artesanales, entre ellos el de Playa Hermosa, el de Punta Fría y el de Punta Colorada. No obstante, en los últimos años ha ganado protagonismo el puerto principal, ubicado al pie del cerro San Antonio, que permite disfrutar de una vista general de la costa del balneario. Inaugurado en 1916, se trata del lugar perfecto para una caminata y para disfrutar de los pescadores artesanales que llegan con la pesca del día y la ofrecen en los puestos contiguos. Además, suele haber grandes embarcaciones deportivas que divierten los ojos y también la posibilidad de uno mismo ponerse a pescar en las escolleras, sitio ideal para obtener pejerreyes.
CERRO SAN ANTONIO
La capilla del Cerro San Antonio es uno de los atractivos que el visitante no puede dejar de conocer durante su estadía en Piriápolis. Da una vista maravillosa de día y de noche, y se puede llegar a la cima tanto por aerosillas que suben desde el puerto, como en vehículos por una calle que trepa hasta lo más alto y ofrece panorámicas únicas. Camino a la cima se encuentra la Virgen de los Pescadores, a unos 70 metros de altura sobre un pedestal mirando hacia el mar; debajo de ella está la piedra fundamental de la ciudad; y ya en la cumbre se halla un pequeño altar con la imagen de San Antonio, la cual fue traída desde Milán y se ha vuelto un clásico de la ciudad balnearia.
CERRO PAN DE AZÚCAR
Para los amantes del deporte, el balneario ofrece la posibilidad de escalar el cerro Pan de Azúcar, ubicado a 10 kilómetros del centro. Allí, el microclima es único, y la experiencia y la adrenalina también. En la cima uno se encuentra con una gran cruz concebida en 1933, de 35 metros de alto, a cuyos brazos se llega por una escalera de caracol y de allí se puede apreciar un magnífico panorama.
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