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PLAYAS
Las playas del balneario se extienden a lo largo de una franja de 15 kilómetros de costa. Desde Playa Hermosa hasta Punta Negra, todas muestran arenas blancas y aguas que reciben infinidad de turistas durante el estío. La playa en el centro de la ciudad es angosta y posee pequeños muelles que ingresan al mar. Se trata de la elección perfecta para familias con niños chicos o para ir por la tarde a tomar mate y ver el atardecer. Las opciones son varias, y si por el contrario uno gusta de espacios más abiertos, se puede optar por las espectaculares arenas de San Francisco y la ancha costa de Playa Hermosa. grandes construcciones que evocan el auge económico de años atrás, como el hotel Argentino, o la rambla homónima; y a la vez zonas residenciales más veraniegas y recientes, combinadas con asfalto, comercios y servicios. El resultado es rememorar la idea original de Piria en su versión contemporánea: un balneario completo y heterogéneo en su oferta.
De esta forma, puede decirse que Piriápolis cuenta con una mixtura que hace base en su rica historia y en su posterior desarrollo como urbe; y trae al presente el esplendor del pasado como una versión remixada. En 1890 Piria compró las tierras
para fundar su balneario‘ Del Porvenir’, y hacia 1920 la ciudad estaba terminada. Es allí cuando la ahora Piriápolis se consolida como un ícono, desencadenándose un verdadero boom constructivo entre el 30 y el 40. Entrada la década del 90, la dinámica ya adquiere un ritmo distinto y la construcción plantea la expansión, nuevos alojamientos, servicios y modernas viviendas, incluso, en las laderas de los cerros de cara al mar. De esta forma el sueño de Piria ingresa al nuevo milenio como una de las opciones claras tanto para propios como para ajenos a la hora de escoger vacaciones cómodas con paisajes mágicos.
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FUENTE DEL TORO
La Fuente del Toro está ubicada a cien metros sobre el nivel del mar, en el cerro que lleva su mismo nombre. Escondida en medio de un espeso bosque donde se confunden especies indígenas con foráneas, la fuente tiene una estatua del animal en tamaño natural que fue traída expresamente de París por Piria, y que completa una trilogía de manantiales que se distribuyen por todo el balneario y fueron creados por el intrigante alquimista. Por la boca del toro brota un chorro de agua mineral y circunda la estatua un hermoso parque con comodidades apropiadas para picnics. Una vez que se llega al cerro, el ascenso puede hacerse hasta la cumbre y así obtener una vista distinta del balneario. Además, la cima fue para algunos historiadores cementerio de los indios charrúas y para muchos geólogos constituye el cráter de un volcán extinguido.