20
OPINIÓN
FalmedEduca
Comités de Ética
Asistencial
Por: Dr. Rodrigo Salinas Ríos, presidente del Tribunal Nacional de Ética del Colegio Médico de Chile A.G.
J
unto al desarrollo tecnológico vertiginoso de
la medicina que arranca desde la segunda
mitad del siglo recién pasado, que
mejoró las expectativas de vida
de la población hasta límites previamente impensables, se hizo
evidente a la profesión médica
que de la mano del surgimiento
de nuevas oportunidades terapéutica s que permitían intervenir
sobre la reproducción humana,
así como prolongar la vida artificialmente, aun a expensas de
una pobre calidad de la misma,
aparecían dilemas éticos que no
habrían sido imaginables por colegas de las décadas inmediatamente anteriores.
Simultáneamente con el desarrollo tecnológico de la medicina adquirió importancia, además, el reconocimiento de los derechos de
los pacientes en el contexto de la
atención sanitaria, como un hecho
sociológico globalmente aceptado, que obligaba a considerar la
autonomía de la voluntad de estos
últimos en decisiones que decían
“Los comités de ética asistencial son un avance sustancial en la calidad de la
atención de salud, que va en beneficio directo de nuestros pacientes”.
relación con materias diagnósticas y terapéuticas, que hasta entonces eran de resorte preferente
del profesional tratante. Estos
cambios en el contexto de la atención médica configuraban un escenario que hicieron evidente la
necesidad de contar con opiniones colegiadas que apoyasen la
decisión clínica, ahí donde el espacio de incertidumbre no tenía
que ver con materias susceptibles
de verificación empírica, sino con
la apreciación ponderada de valores y principios, particularmente
en aquellos casos en que la opinión del profesional respecto de
la conducta que era pertinente
seguir entraba en contradicción
con la apreciación del paciente o
sus familiares.
Su primera expresión formal se
encuentra en la propuesta de
creación de comités de ética hospitalarios contenida en las recomendaciones sobre cuándo sus-
pender medidas de soporte vital,
elaboradas por la Comisión Presidencial para el Estudio de Problemas Éticos en Medicina, asesora del gobierno de los Estados
Unidos de Norteamérica, publicadas el año 1983, en que se asigna a estos cuerpos las siguientes
funciones: (1) Revisar decisiones
sobre tratamiento de pacientes
terminales incapaces de tomar
decisiones y de aquellos que encontrándose en condiciones de tomarlas requieran evaluación por
el comité; (2) Revisar decisiones
médicas que tengan implicancias
éticas, a petición del paciente, de
su familia, o del profesional tratante; y (3) Entregar consejería
a cualquier paciente, familiar de
éste, o profesional tratante, que
lo requiera. El mismo documento
entrega además, a los comités, la
posibilidad facultativa de conducir actividades educativas y de establecer guías que puedan servir