Falmed Edición Especial 02: Emoción y Razón | Page 32

32 BAJO PRESIÓN
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jueves 23 de marzo en el Hospital de Yungay, un paciente en estado de ebriedad y su acompañante obligaron al médico a examinarlo con un arma de fuego apuntando su cabeza. La atención médica terminó con un“ cabezazo” en el rostro del facultativo.
El 24 de marzo se agredió una doctora en Loncoche. El incidente ocurrió a las 22.40 horas, luego de que un paciente sufre un paro cardiorrespiratorio. Cuando el equipo de salud comunica a la familia su fallecimiento, proceden a agredir verbal y físicamente a la médica, paramédicos y enfermero.
El Departamento Jurídico de la Fundación de Asistencia Legal se querelló a favor de los médicos por estos hechos, acciones que se suman a las dieciséis patrocinadas por la Fundación desde diciembre de 2013.
Estas agresiones generaron un debate al interior de Colegio Médico, específicamente en las dos últimas Asambleas Nacionales. Su presidente, Dr. Enrique Paris, manifestó su pesar y molestia por las situaciones acontecidas y realizó un enérgico llamado al Ministerio de Salud para que aborde dicho escenario a través de acciones concretas.“ Es el colmo que tengamos que trabajar en condiciones de inseguridad“, expresó en su oportunidad.
Al respecto, el equipo jurídico de la Fundación ha concretado tres líneas de acción. El abogado jefe, Juan Carlos Bello, informa que se desarrolló un decálogo para educar y entregar certezas sobre cómo actuar ante una agresión física o verbal proferida por un paciente o familiar; material distribuido a nivel nacional en diferentes centros de atención públicos y privados.
En tanto, el presidente de Falmed presentó a la Asamblea General de Colegio Médico una iniciativa para pedir al Congreso que se tipifique como delito las agresiones al personal de salud. La propuesta fue mayoritariamente acogida por la Asamblea y tiene por objetivo tipificar ciertas conductas que atenten contra la vida, integridad física y psicológica de los equipos de salud en el marco de la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes, precisó el abogado de la Orden, Adelio Misseroni.
Por último, Bello destacó que se creó la Unidad de Defensa Laboral Médica, UDELAM, para apoyar en este tipo de casos.“ Hemos notado claramente requerimientos de este servicio. Es una demanda que estaba escondida y que se hizo patente tras la creación de esta unidad”, expone.
El presidente de Residentes Chile, Dr. Gonzalo Pavez, ilustra que“ los médicos en el sistema público son la primera línea de batalla del Estado para enfrentar las falencias del sistema de salud. Los colegas reciben pacientes sumamente frustrados porque de forma crónica, no se les entrega una consulta de especialidad o resolución quirúrgica, no hay controles médicos correspondientes”. Agrega“ si no atacamos esta frustración crónica en los pacientes las agresiones subirán, independientemente de las penas”.
PROBLEMAS ENTRE PARES
La agresividad de los pacientes no es el único factor de un clima complejo en los recintos de salud. Una creciente presión entre colegas también se ha visibilizado como un problema relevante. Según un sondeo de Residentes Chile de 2016 aplicado a 391 médicos residentes de 34 diferentes especialidades de todo el país, el ambiente entre colegas también es un problema a atender.
El sondeo reveló que un 31 % de los encuestados aseguró que han tratado de humillarlos o ridiculizarlos públicamente en su trabajo. Un 25 % dijo haber recibido ataques a su reputación; haber sido objeto de burlas, calumnias o difamaciones públicas; y ser ignorado o excluido de las reuniones de trabajo o la toma de decisiones. Un 34 % dijo haber“ sentido mirada lascivas” por parte del equipo médico. Además, un 15 % del staff de salud ha“ piropeado” con directa connotación sexual, a residentes.
El presidente de Residentes Chile, Dr. Gonzalo Pavez, indica que“ a los médicos jóvenes no se les ve como pares. Son fáciles víctimas de entornos competitivos y voraces. En estas esferas hemos descubierto que el ego prima sobre el respeto al equipo de salud. Los colegas no suelen denunciar ni defenderse porque estos entornos normalizan las relaciones desiguales y violentas, ya que al realizarlo temen ser expulsados de sus programas”.
Para la Dra. Narváez, la situación no es exclusivamente