Falmed Edición Especial 02: Emoción y Razón | Page 21
CONSENTIMIENTO INFORMADO 21
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“En derecho hay dos
tipos de presunciones como
pruebas, las presunciones le-
gales y las de derecho. Las de
derecho están establecidas en
la ley y esas no admiten prue-
ba en contrario. En el caso del
consentimiento informado, la
ley admite prueba en contrario”,
explica la abogada, lo que quie-
re decir que en tribunales se le
permite a la contraparte probar
la inexistencia de un hecho.
Por tal motivo, los for-
mularios genéricos, es decir,
aquellos que no describen pre-
cisamente la situación de salud
del paciente, y que sólo obligan
a la obtención de una firma,
son cuestionables legalmen-
te, pues no pueden llamarse en
propiedad un consentimiento
informado.
La Superintendencia de
Salud, a través del proceso de
acreditación de calidad al que
deben someterse los prestado-
res de salud, ha consolidado la
exigencia del uso de formularios
para procedimientos invasivos.
Como consecuencia, y quizás
buscando facilitar el proceso,
algunas instituciones han opta-
do por la estandarización de los
formularios, práctica que preo-
cupa entre los médicos.
“Hay organizaciones que
entienden que el consentimiento
informado debe ser estándar y
le hacen un formulario al médico
pre impreso. El problema de eso
es que pueden pasar otras co-
sas, de acuerdo a la experiencia
del médico, o del recinto y que
esas cosas no quedan plasma-
das”, advierte el Dr. Gheza. Su
sugerencia es crear formularios
que dejen espacio para que el
médico pueda hacerlo específi-
co en base a anotar para cada
paciente. “Es algo que los médi-
cos deben negociar, no pueden
aceptar un formato estándar”,
puntualiza.
EL DELICADO MOMENTO DE LA
FIRMA
Desde el momento en
que se comprende que el pa-
ciente debe tomar una decisión
libre y sin presiones, no se con-
cibe obtener una firma a punto
de entrar al pabellón. Un buen
consentimiento informado re-
quiere tiempo, por lo tanto es
recomendable entregarlo an-
tes para que el paciente pueda
revisarlo.
Según la experiencia del
jefe de la UCI del Hospital San
Juan de Dios, Dr. Juan Eduardo
Sánchez, si bien en el recinto se
trabaja sobre la base de formu-
larios estandarizados, se enfati-
za en buscar la participación de
los pacientes, lo que en urgen-
cias incluye muchas veces a la
familia.
“Hemos tenido situacio-
nes complejas donde hemos
“Si el médico se limita a ofrecer
alternativas y que el paciente
decida, se está convirtiendo en
una máquina expendedora de
bebidas”.
Dr. Juan Pablo Beca
FUNDADOR DEL CENTRO DE BIOÉTICA DE LA FACULTAD DE MEDICINA CAS – UDD.
tenido que ir varias veces en
busca de un consentimien-
to para un procedimiento que
pensamos que beneficia al pa-
ciente y que la familia se niega
sistemáticamente. Los familia-
res actúan como el mejor repre-
sentante de los valores de quien
está hospitalizado… en eso in-
sistimos para que las personas
comprendan. No estamos ahí
para hacer lo que los familiares
quieran, sino para que ellos to-
men la decisión que el paciente
habría tomado”, explica. “En lo
personal, a veces he dejado una
silla vacía durante la comunica-
ción y le pido a la familia que
esperamos que nos entreguen la
respuesta que habría entregado
la persona”, acota.
Punto
aparte
es
quién debe obtener la firma.
Suponiendo que la información
ya fue entregada por el profe-
sional, no es su obligación, sin
embargo es una oportunidad
para aclarar cualquier duda de
los pacientes.
En definitiva, si se prio-
riza la relación médico-pacien-
te y no la defensa del médico,
es más fácil saber cómo en-
tregar la mejor información.
El consentimiento informado
bien realizado es la mejor he-
rramienta para la educación de
los pacientes, tanto en sus de-
rechos como enfermo como en
sus deberes.
“Con la firma, se presume que
el paciente fue informado, que
el médico explicó y el paciente
entendió. Si no existe, es muy difícil
probar que este proceso se hizo”.
Abogada Carmen Gloria Pierart
ENCARGADA DE LA UNIDAD DE MEDIACIÓN DE FALMED.