Falmed Edición Especial 02: Emoción y Razón | Page 20
20 CONSENTIMIENTO INFORMADO
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La beneficencia, que es buscar
el bien de las personas, ya no lo
puedo definir yo solo, sino que
lo tengo que definir con el otro”,
explica la Dra. Bórquez.
El Dr. Juan Pablo Beca
Infante, fundador y docente del
Centro de Bioética de la Facultad
de Medicina CAS – UDD, compar-
te la necesidad de entender la
autonomía sin descuidar la be-
neficencia. “Por el bien del pa-
ciente, hay que hacer muy bien el
consentimiento informado. No es
renegar del principio de benefi-
cencia, al contrario, es reafirmar-
lo pero interpretarlo bajo el siglo
21 y no el siglo 19”, señala.
Para el académico, el pa-
ciente actual es un sujeto infor-
mado, que busca la información
por internet antes de ver a su
médico, y que por ser más exi-
gente puede incomodar al médi-
co. Sin embargo, eso aumenta la
necesidad de que sea el profe-
sional quien oriente al paciente
para tomar la mejor decisión.
“Es un extremo absurdo
creer que antes decidía el mé-
dico y ahora decide el paciente.
El paciente puede tener la infor-
mación pero no tiene capacidad
de interpretación y de contex-
tualización. Si el médico se limi-
ta a ofrecer alternativas y que el
paciente decida, se está convir-
tiendo en una máquina expen-
dedora de bebidas. Eso no puede
ser”, asevera.
El consentimiento infor-
mado pasa de ser un proceso
meramente información a uno
comunicacional, que involucra al
sujeto en una toma de decisión
responsable sobre su cuerpo. Es
importante que el médico bus-
que la mejor forma para que el
paciente tenga la oportunidad
para preguntar y confirmar que
ha entendido. El Dr. Beca sugiere
que los médicos apoyen la in-
formación con material escrito
comprensible, con gráficos e in-
cluso con videos.
“Hay un proyecto fantás-
tico en Cataluña sobre cáncer a
la próstata: ‘mire esta página en
su casa con las alternativas de
tratamiento. Después las con-
versamos’. Eso es un buen con-
sentimiento informado. Después
de eso se le explica que es nece-
sario dejar por escrito si usted
eligió A, B o C”.
Así también lo manifiesta
la Dra. Bórquez. “El hecho de que
estemos reconociendo el dere-
cho que tiene un paciente a una
participación activa no significa
que el paciente me puede obli-
gar a mí como médico a hacer
ciertas cosas. Nadie me puede
obligar como médico, ni por ley,
a hacer algo que está en contra
de la lex artis”, observa.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA
FIRMA DEL FORMULARIO?
Suele confundirse todo
este proceso comunicacio-
nal con el formulario escrito
para aceptar una intervención.
“Lamentablemente muchas ve-
ces se hace firmar el papel al
paciente pero no se le explican
los riesgos, beneficios, alternati-
vas de tratamiento y todo lo ne-
cesario para que el paciente se
informe de manera adecuada”,
observa el Dr. Jaime Bastidas,
secretario de Falmed y presi-
dente del Consejo Regional del
Colegio Médico en La Serena. No
obstante, el formulario del con-
sentimiento informado “tiene
la gracia que uno tiene escrito
todas las cosas que debo decir-
le al paciente, incluso uno pue-
de incluir esquemas o dibujos
para que el paciente entienda”,
agrega.
La abogada Carmen
Gloria Pierart, encargada de la
Unidad de Mediación de Falmed,
explica que en los casos de in-
tervenciones invasivas o de
riesgos, la firma en el consenti-
miento informado es fundamen-
tal para los tribunales. “Con ella,
se presume que el paciente fue
informado, que el médico ex-
plicó y el paciente entendió. Si
no existe esa firma, es muy di-
fícil probar que este proceso se
hizo”, destaca.
Sin embargo, aclara que
no basta con la firma para dar
por sentado que el proceso se
hizo correctamente.
“Desde el punto de vista bioético, el consentimiento es el reconocimiento de la
autonomía de las personas en un modelo de relación clínica moderno que ya no
puede ser paternalista sino que respetuoso de las personas”.
Dra. Gladys Bórquez
PRESIDENTA DEL DEPARTAMENTO DE ÉTICA DEL COLEGIO MÉDICO.