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Principios
1. Nuestro punto de partida es la Constitución Política de Colombia que establece que
el derecho a un ambiente sano es un derecho colectivo. El ambiente es nuestro
patrimonio común. Nuestro deber es proteger este derecho de todas y todos los
colombianos.
2. El orden de los factores sí afecta el producto. En cualquier programa, proyecto o
llegada al territorio priorizaremos la sostenibilidad en sus dimensiones
interrelacionadas: ambiental, social, cultural y económica.
3. La correcta protección de nuestros ecosistemas no va en contravía del
progreso económico, ni es un asunto que concierne solamente a los
ambientalistas. El medio ambiente es una fuente de oportunidades para toda la
sociedad colombiana y la mejor manera de proteger esos recursos es ser más
productivos y eficientes en su uso. La supervivencia de nuestra especie y el
bienestar de los colombianos están basados en los bienes y servicios que nos presta
la naturaleza. El aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y la adecuada
gestión de la biodiversidad pueden hacer de Colombia un país próspero, equitativo y
competitivo. Estamos convencidos de que ¡se puede! dar un crecimiento verde en
nuestro país.
4. Los ecosistemas son sistemas complejos compuestos por una gran cantidad
de factores interconectados. La mirada al ambiente debe ser integral. Se requiere
estudiar y entender esas interdependencias al proponer cualquier proyecto sobre el
territorio para minimizar al máximo posible las perturbaciones y daños colaterales a
los ecosistemas.
5. La nueva forma en la que debemos mirar a Colombia es a partir de un ordenamiento
del territorio con base en su estructura ecológica principal, a partir de los
ecosistemas, del agua y los bosques; éste es uno de los grandes retos del
posconflicto y la apertura territorial que supone.
6. Cada territorio, ecosistema y población tiene retos, fortalezas y vulnerabilidades
diferentes. Nuestro abordaje es a partir de un enfoque regional que reconoce la
diversidad local; las soluciones deben adaptarse a cada territorio.
7. La protección de la naturaleza y los servicios ecosistémicos no puede tener como
herramienta única la declaración de áreas protegidas sino también la
implementación de técnicas y tecnologías que le brinden a las personas
oportunidades para vivir y aprovechar el capital natural sin destruirlo. El
conocimiento derivado de la ciencia y el uso de la tecnología, en conjunto con los
conocimientos indígenas, afros y de las comunidades locales, son fundamentales
para una adecuada gestión del ambiente. La solución parte también del
fortalecimiento de las comunidades locales y de que se generen todas las
capacidades para una gestión eficiente de los recursos y los ecosistemas.
8. Los servicios ecosistémicos son un factor fundamental en la construcción de
bienestar, calidad de vida y sostenibilidad. Nuestras políticas se cimientan en el
correcto aprovechamiento de los mismos.
La fuerza de la esperanza.