Fajardo Presidente Propuesta ambiental | Page 30

27 ¿Cómo estamos en materia ambiental? 6. Desarrollo industrial y sector agropecuario. La economía colombiana depende en buena medida del sector agropecuario y el futuro del país, de su capacidad para transformarse y adoptar prácticas sostenibles que nos hagan más productivos y competitivos en la nueva economía global. El crecimiento del sector agropecuario ha crecido a costa de la expansión de la frontera agrícola, la degradación del suelo y la deforestación, mostrando una gran ineficiencia en el uso del suelo, el agua y los servicios ecosistémicos y contribuyendo de manera desmedida a la emisión de gases efecto invernadero (GEI). Aunque en muchas regiones y sectores específicos esa tendencia ya ha empezado a revertirse, la transformación es urgente y requiere de una fuerte conexión entre la investigación, la ciencia y tecnología y el campo. La falta de conectividad del campo con la ciudad y de las regiones entre sí son un reto de infraestructura y para los mercados, que requieren de una política pública armonizada con el sector ambiental para evitar amenazas directas a los ecosistemas esenciales del país. El país necesita generar acuerdos fundamentales sobre el uso del territorio en áreas en donde no se ha aclarado el nivel de protección, de muchos terrenos baldíos e innovar en las estrategias de gestión ambiental de los mismos. A partir de un estudio riguroso de las regiones y su gente, de los sectores económicos y de las realidades ambientales, se debe diseñar un modelo de concertación y no de confrontación para llegar en la mayor medida de lo posible a una visión compartida de territorio donde todos se vean reflejados. Aún no hemos entrado en el mundo de las nuevas prácticas agrícolas sostenibles enfocadas en la productividad, que es donde está su verdadera fortaleza. En este grupo está la bioeconomía, la agroecología, los sistemas silvopastoriles, los cultivos mixtos, la agricultura de precisión y en general todas aquellas prácticas y tecnologías que aumentan la productividad actual de manera sostenible. Una vez más, poner la educación, la ciencia y la tecnología a disposición del campo colombiano será el motor de la transformación productiva de las zonas rurales del país. Adicionalmente, será determinante hacer un ejercicio de apropiación de las comunidades, no solo se entregando ayudas sino desarrollando procesos para que la gente desee quedarse en el campo porque es un territorio de oportunidades. La misión de crecimiento verde ha formulado importantes recomendaciones para aumentar la productividad en el uso del agua y el suelo pero también para potenciar el papel de la bioeconomía y el desarrollo de medidas para asegurar un capital humano enfocado en el aprovechamiento sostenible de los recursos en todos los ámbitos de la economía. La fuerza de la esperanza.