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¿Cómo estamos en materia
ambiental?
5. Abundancia y calidad del agua.
Colombia es a la vez un país rico en agua pero altamente vulnerable al estrés hídrico y
a las inundaciones. Las limitaciones para diseñar e implementar POMCAS y Planes de
Ordenamiento Territorial (POT) efectivos para resolver los problemas en los usos de los
recursos naturales del territorio, y especialmente la dificultad de implementación cuando
algunos presentan avances destacables, han resultado en la degradación de cuencas
de ríos tan importantes como el Magdalena y el Cauca, causando sedimentación,
erosión, deterioro de la pesca, mayores déficits de agua en periodos de sequía e
inundaciones en periodos de lluvias. La contaminación del agua en Colombia se debe
principalmente a las aguas servidas urbanas y en segundo puesto está la agricultura
como agente de contaminación.
La contaminación de diferentes fuentes, así como otro tipo de afectaciones al ciclo del
agua, son cada vez más preocupantes. Este problema es crónico, histórico y
acumulativo. A este contexto se suma la escasez que periódicamente asola a ciertas
regiones del país, y que con el cambio climático empeorará, lo que está afectando la
capacidad de suministro de agua potable.
Aproximadamente el 85% de las aguas residuales de nuestro país no se tratan pese
que la normatividad avanzada que exige el tratamiento de estas aguas fue establecida
en el Decreto Ley 2811 de 1974 (Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y
de Protección al Medio Ambiente). La contaminación hídrica, aguas abajo, causa
problemas para la pesca y otros recursos hidrobiológicos, costos adicionales para la
potabilización y por supuesto, altísimo impacto en la salud humana y animal. Como en la
producción de todos los residuos, una política adecuada de gestión integral del recurso
hídrico parte por reducir el desperdicio del recurso. Aunque en Colombia existe
actualmente una buena política en este punto nuevamente se observan dificultades
serias de implementación.
La protección de los páramos como proveedores del recurso es un paso determinante
en corto plazo en Colombia para la provisión de agua, ya que la presión de la minería y
otras actividades productivas amenazan constantemente estos ecosistemas únicos y
esenciales para la vida de toda la población colombiana. Ahora bien, dado que existen
comunidades mineras en estos territorios será necesario brindar al máximo posible
nuevas alternativas de desarrollo, y también abogar por la resolución de conflictos con
estos pobladores locales con base en la innovación y la construcción de soluciones
sociales.
La fuerza de la esperanza.