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¿Cómo estamos en materia
ambiental?
4. Déficit institucional y de implementación.
Colombia dio un paso muy importante con la creación del SINA a través de la Ley 99 de
1993. La institucionalidad ambiental en Colombia, sin embargo, es todavía muy débil.
Su capacidad para ejercer comando y control ambiental en temas como calidad de aire,
contaminación del agua, tala ilegal, tráfico de especies, incendios, desecación de
humedales, uso inadecuado y erosión de suelos, tráfico de especie y tala ilegal e
incendios forestales es particularmente limitada. Son contados los casos de sanciones
efectivas por delitos ambientales. Aunque hay una buena reglamentación en términos
generales, existe un enorme déficit de implementación, agravada por los casos de
corrupción prevalentes en algunas Corporaciones Autónomas Regionales. Lo anterior se
intensifica por problemas de gobernabilidad en el diseño del SINA: la autonomía que la
constitución del 91 le otorgó a las corporaciones ambientales procuraba protegerlas de
los intereses políticos y acabó, en muchos y desafortunados casos, por dificultar la
implementación de medidas ambientales coherentes a lo largo y ancho del territorio.
Sumado a esto, el sector ambiental cada vez tiene más responsabilidades, pero no
aumentan concomitantemente los recursos. Esto se explica en parte por la baja
capacidad de ejecución de recursos que se observa en el sector pero es sobre todo un
reflejo de la bajísima importancia política que los temas ambientales han tenido durante
los últimos veinte años. A pesar de ser un país líder en la región en desarrollo
institucional, herramientas de conservación y participación social en la política
ambiental, en materia de implementación Colombia cuenta con muchos rezagos en
temas fundamentales como el control de las pesquerías, el manejo de pesticidas, el
tratamiento de aguas, la calidad del aire en las ciudades y el control a la deforestación.
Una de las causas centrales de esta problemática institucional es la desarticulación del
SINA, no solo no se trabaja de manera coordinada sino que suelen ser instituciones en
permanente conflicto entre ellas. Adicionalmente no hacemos una correcta gestión del
conocimiento, ni monitoreo ambiental robusto a pesar del compromiso que adquirimos
como país que quiere acceder a la OCDE.
A pesar de lo anterior, es importante mencionar que Colombia cuenta con diferentes
institutos de investigación ambiental, como el IDEAM, el Humboldt, el IIAP, el INVEMAR
y el Sinchi, así como la sociedad civil floreciente y preocupada en materia ambiental,
que cumplen un rol muy importante y deben ser priorizados en la gestión y articulación
institucional, así como en la toma de decisiones. También es importante resaltar el rol
creciente de las autoridades ambientales urbanas, en general con muchos más recursos
que las CAR y con mayores capacidades en otras instancias de gestión.
La fuerza de la esperanza.