11-La evaluación del Párroco
El mes de julio fue el más importante del ciclo de las apariciones
de Ezkioga. En el curso de aquel mes el Párroco de Zumárraga
hizo dos evaluaciones: una el 12 de julio, cuando las apariciones
estaban en lo más vivo de su ciclo milagrosista; la segunda al
final del mes, el 28 de julio. Al tiempo de la segunda evaluación
el hecho llamativo consistió en la multiplicación de los videntes.
La multitud de visionarios trajo la aparatosidad curiosa y el
interés morboso de la prensa por los sucesos extraordinarios.
Creció también desmesuradamente el número de peregrinos. La
fama de las apariciones trajo la proliferación de los kioscos de
venta de objetos religiosos, como estampas, rosarios, etc. Aquella
deriva que rozaba la superstición pedía una intervención directa
de las autoridades responsables. Lo llevó a cabo el personaje más
relevante que era el Párroco de Zumárraga. En el pequeño caos
en que se había convertido ya Ezkioga, el Párroco creyó llegado
el momento de publicar en EL DÍA de San Sebastián, el 28 de
julio de 1931 una nota informativa sobre los sucesos de Ezkioga.
El documento es muy importante para conocer el ambiente que
entonces se respiraba de Ezkioga. Junto con el artículo de Gaëtan
de Bernoville publicado en Études, es la relación más importante
sobre los sucesos de Ezkioga en el mes de julio.
El problema con que se enfrentaba el Párroco era el de las
desviaciones prácticas provocadas por la piedad descontrolada
de los fieles deseosos de adquirir objetos religiosos. Respecto de
los videntes es llamativa la distancia que toma de los mismos. No
se habla de ellos para nada. Ni tan siquiera de los dos primeros
para los cuales siempre guardó una estima singular. No da la
importancia de las primeras semanas a los milagros. Solo queda
un algo indefinido e inconcreto de sucesos maravillosos. Para fines
de julio el Párroco había dado un viraje preferencial en materia de
milagros y en el aprecio centrado en los videntes más llamativos
del segundo grupo, optando por una distancia sobre los hermanos
Bereciartúa. El hecho sustancial de Ezkioga es, ahora, el rezo del
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