EZKIOGA A.M. Artola, CP | Page 31

La atmósfera que rodeó a Ezkioga en los primeros días era de preocupación por la situación nacional. Las oraciones que se elevaban a la Virgen tenían como objeto remediar la situación religiosa caótica de España desde los medios sobrenaturales de la oración y la expiación. Pero hubo un momento en que los visionarios empezaron a hablar explícitamente de España en el sentido espiritualista de la plegaria por su destino. En el orden concreto de los hechos, la primera que en un éxtasis se refirió a España explícitamente, rezando por sus necesidades, fue Lolita Núñez37. Le acompañaba Carmen Medina que quedó impresionada por las palabas de Lolita. Pero muy pronto apareció el aspecto formalmente político en las plegarias de Ezkioga. Fue cuando Patxi Goikoetxea tuvo sus trágicas visiones sobre una futura guerra en España llegando a pronunciar el grito revolucionario de: «Hay que derrocar la República», que parecía responder a otro del ministro Azaña: «Hay que destruir a Ezkioga». En este punto se cruza la figura de una dama de la nobleza sevillana, Carmen Medina que sintió toda la fuerza antirrepublicana del grito de Goikoetxea. En un primer tiempo Carmen simpatizó con Lolita Núñez y su interés espiritual por España. Pero luego frecuentó el trato del vidente más famoso, Patxi Goikoetxea, que habló de la espada sangrienta en las manos de la Virgen, y una guerra española que se avecinaba. Tras sus contactos con Patxi, Carmen vio confirmada su interior convicción de que Ezkioga era la aparición adecuada para frenar los excesos de la República. Según ella, lo que se avecinaba era una guerra. En las primeras semanas solo intentaban rezar por la nación. Poco a poco se calentaron los ánimos, por obra de los segundos videntes. Este es el momento histórico crucial para seguir las vicisitudes posteriores de Ezkioga. Ciertamente, no porque se empezara a pedir por España, sino por la deriva política que suponía la idea de que a España había que salvarla por una guerra. Los primeros videntes solo rezaban para que la nación española resolviera sus problemas. Ese era 37 Ver nota 2. 32