crecen cada día así como las masas de gente que vienen a
participar en las celebraciones. El día 16 acudieron al lugar de las
apariciones más de veinticinco mil almas. El día 18 hubo quien
habló de cincuenta mil personas32. Cuatro días más tarde -22 de
Una carta del 18 narra así la experiencia de una familia de peregrinos:
«Nosotros organizamos la excursión al lugar, el día 18 de Julio y nos fuimos
todos en auto, desde aquí con Santos y Ramonita, saliendo a las cinco y media
de la tarde y llegamos allá a las siete; pero era tal la cantidad de coches, que
no podíamos llegar, si no era haciendo muchas paradas; pues calculaban que
los coches pasarían de 5.000. Subimos al monte, que no es muy alto, y estaba
atestado de gente en tal forma, que decían pasarían de 60.000 almas o más.
Aquello era imponente de un efecto que nunca se nos olvidará. Creo que no
veremos tanta gente reunida, hasta el Valle de Josafat. Nos acordábamos de
vosotras. A las ocho y cuarto se rezó el rosario en vascuence y todos a una
contestábamos como un trueno. Era una hermosura. La letanía con los brazos
en cruz y después se cantó la Salve. El «Eguizu zuk María» algo hermosísimo.
Durante la letanía hubo una pausa; pues dijeron en voz alta que el niño veía a
la Virgen, primero con dos Ángeles, luego sola. Fue un momento de emoción;
y se volvió a rezar la letanía y cantábamos el «Agur Jesusen Ama». Cuando ya
terminó todo bajamos del monte y cenamos dentro del auto y después tuvimos
que esperar más de una hora, para dejar pasar a los coches, que había miles, y a
las personas que llevaban unos de Mendigorria en la que se leía esta inscripción:
«Mater Amabilis, salvad a España» Eran de lo más campechanos; y cuando
quisieron reunirse entre tanta gente, tocaron una corneta y así se juntaban los
del pueblo que pasarían de cien. Van gentes de todas partes y todos los días ven
algunos a la Virgen. No sabemos qué resultará de todo esto; pero se ve mucha fe
en la gente que va que es de todas las clases sociales. La han visto en distintas
formas, unos como la Dolorosa con una espada en la mano y un pañuelo con un
letrero de «paz». Otros con corona de siete estrellas brillantes, otros con doce
etc., etc. No sabemos qué dirá la Iglesia de esto. Hace unos días estuvo Santos
(el médico) y Ramonita allí, y dio la coincidencia de que una niña de Legazpia,
de 9 años, que estaba junto a ellos vio a la Virgen durante veinte minutos.
Santos la observó minuciosamente y dijo que después de la aparición, quedó
completamente normal, y que él cree que hay algo o más de algo de cierto allí.
Durante el tiempo que veía a la Virgen Santísima, le preguntaron cómo era, y
contestó a todos que bendecía a los que se encontraban allí; que rezaba junto
con ellos el rosario, etc. Algo muy emocionante. Sin duda la Virgen Santísima
quiere consolar a los buenos católicos. Nos hace falta.» (Anónimo. Los videntes
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