EZKIOGA A.M. Artola, CP | Page 21

conjunto del fenómeno? Bernoville habla de «extraordinaires assises populaires» (extraordinarias sesiones populares)27. El contexto religioso de tales «sesiones populares» era el rezo del rosario. El escritor francés no acertó a darse una explicación de lo que en Ezkioga sucedía al tiempo del rezo del rosario. Pero distinguió ya en julio una zona de franca inautenticidad, que le hizo retornar a Ezkioga en octubre con el fin de aclarar su naturaleza. En octubre establece claramente, junto a la zona ya comprobada en julio, de verdad, de sinceridad, de sencillez, y de piedad, otras cuyos perfiles netos describe como zonas de «histeria mística», y otra más deformada de «comedia» y «fraude». Después de haber visto -bastantes años después de Ezkiogalo que al presente acontece en las celebraciones de la renovación carismática, con sus experiencias de profecía, descanso en el espíritu, curaciones, don de lenguas, etc., nos damos cuenta que lo vivido colectivamente en tales concentraciones de oración en Ezkioga -al menos hasta el 15 de octubre- constituye el comienzo de lo que ahora son las celebraciones carismáticas. En este sentido, Ezkioga sería el precursor, o el comienzo de las celebraciones carismáticas. Desde el 7 de julio Ezkioga es una masa que vive -en medidas diversas- una presencia del Espíritu desde la vivencia mariana. Evidentemente, en toda masa, las experiencias dependen de la subjetividad del que las vive, y esto fue muy patente en Ezkioga, donde la diversidad se expandió desde la auténtica mística hasta la alucinación y la simulación. La mutación entre la primera y la segunda etapa de las apariciones parece que tuvo su manifestación comprobatoria propia en el fenómeno de la gran luminosidad visible que sucedió el día 828. Esta fecha cierra una etapa, y da inicio a otra. Empieza «Ces extraordinaires assises populaires» (Gaëtan de BERNOVILLE, Les faits étranges d’Ezquioga p. 460). 28 «El lunes el prodigio fue mayor. El pueblo rezaba devotamente el rosario. Más he aquí que aparece un gran resplandor que llegaron a ver muchas personas, distinguiendo a la Virgen Dolorosa, con la espada clavada en el pecho y en 27 22